¿Qué anima a los migrantes venezolanos a escoger Asturias como destino?

¿Qué anima a los migrantes venezolanos a escoger Asturias como destino?

Antonio Gabriel Ormigos / Foto La Voz de Asturias

 

¿Qué anima a los venezolanos y colombianos a escoger Asturias como destino de su emigración? Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante los seis primeros meses de 2019, el Principado registró la mayor llegada de migrantes desde el inicio de la crisis, en el 2008. De ese trabajo del INE, se desprende que Colombia y Venezuela son los dos países que más población están dirigiendo al Principado. Pero ¿por qué? La vuelta a la región de algunos nacidos que tuvieron que irse de muy pequeños, o ya tener familia o conocidos aquí, son algunas de las causas que provocan que colombianos y venezolanos escojan Asturias como su nuevo lugar de residencia.

Por La Voz de Asturias





Antonio Gabriel Ormigos

Antonio Gabriel Ormigos se mudó a Venezuela cuando apenas tenía 12 años, pero nació en Asturias. Por eso, a sus 69 años ha decidido volver para quedarse. El retornado ha escogido Gijón para asentarse con su pareja. «Uno siempre quiere volver al lugar donde nació y aunque no me queden muchos familiares aquí, recuerdo haber venido a Gijón en alguna ocasión y me gusta», cuenta. La situación en Venezuela les hizo plantearse seriamente el volver, porque, asegura el propio Antonio Gabriel, «eran como dos países diferentes: una parte pudiente con todo el dinero, por un lado, y por el otro, mucha gente que pasa hambre, que son la mayoría de los venezolanos». Aunque él explica que «no tenía problemas económicos», el gran motivo que le trajo de vuelta a Asturias fue «la inseguridad». «Allí ya no iba seguro por la calle por miedo a que me robasen, atracasen o, incluso secuestrasen», explica Ormigos.

De este punto parte la gran diferencia del Principado con Venezuela: «Uno camina, va adonde sea, puede hablar por el móvil por la calle sin ningún miedo. Es un lugar bastante seguro». Eso sí, el retornado asegura que «como desventaja, diría que la economía está en recesión. Casi todos los días cierran negocios o locales, se ha monopolizado en los grandes y, entonces, para cualquier negocio pequeño es difícil». Asegura que a sus 69 años sigue teniendo ganas de trabajar, aunque «soy consciente de que a mi edad ya es complicado».