Delcy Eloína se paseó por la T4 del aeropuerto de Madrid con el beneplácito del Gobierno español

Delcy Eloína se paseó por la T4 del aeropuerto de Madrid con el beneplácito del Gobierno español

Delcy Rodríguez, asiste a una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en Moscú, Rusia, el 21 de agosto de 2019. REUTERS / Evgenia Novozhenina

 

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, abandonó España mediante un vuelo comercial en la mañana del lunes 20 de enero tras pasar varias horas en el aeropuerto de Madrid-Barajas y mantener una reunión con el ministro José Luis Ábalos en el avión privado en el que llegó a la capital de España, según la información a la que ha tenido acceso Vozpópuliy que este domingo fue sugerida por el propio Ábalos en La Sexta.

Por Alberto Sanz / Antonio Rodríguez / vozpopuli.com





Rodríguez pasó siete horas en la terminal ejecutiva del aeropuerto custodiada por la Policía, ya que tenía prohibida su entrada en España en virtud de las sanciones impuestas por la Unión Europea. Pero, en lugar de deportarla en el primer avión con destino a Caracas, la vicepresidenta de Venezuela recibió autorización para embarcar en un vuelo convencional y poder cumplir con su siguiente compromiso en Turquía, y para ello incluso fue acompañada por los servicios de seguridad durante su periplo por el aeródromo madrileño.

El vuelo comercial que tomó la ‘número dos’ de Nicolás Madurotenía como destino Doha (Catar), según ha adelantado El País y ratifican fuentes aeroportuarias a este diario, y partió desde la terminal satélite de la T4. Rodríguez y dos de sus acompañantes recorrieron custodiados por la Policía unos ocho kilómetros, que es la distancia que separala terminal ejecutiva y la T4. Ese trayecto lo hicieron atravesando las pistas, es decir, sin salir técnicamente del aeropuerto, si bien Rodríguez tuvo que pasar un último control antes de embarcar. Según explican las mismas fuentes, Rodríguez abandonó España alrededor de las 8 de la mañana del lunes, lo cual coincide con un vuelo operado por la compañía Qatar Airways a las 8.20 horas.

Por tanto, la vicepresidenta venezolana no estuvo recluida todo el tiempo en una misma sala, como inicialmente se había apuntado desde el Gobierno, sino que se movió por Barajas e incluso pasó un control de billete como cualquier otro pasajero justo antes de acceder a la puerta de embarque del vuelo que la sacó de España.

Sin embargo, según las sanciones aprobadas en 2017 para castigar al régimen de Maduro, el Gobierno español tenía la obligación de deportar a la vicepresidenta de Venezuela al país de origen de su vuelo, ya que dichas sanciones prohíben el ingreso en territorio Schengen y el tránsito en cualquier aeropuerto comunitario, salvo que el país de turno pida un permiso expreso a Bruselas, algo que no consta en este caso.

El propio ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha reconocido este domingo que la vicepresidenta de Venezuela pisó el suelo del aeropuerto Madrid-Barajas para cambiar de avión. “La Policía determinó dónde podían hacer la escala. Yo no intervine ahí para nada. Lo hizo todo la Policía. Según la legislación, no se toca suelo español en una escala. Eso se hace cuando se pasa el control de frontera”, ha dicho Ábalos en una entrevista en el programa ‘El Objetivo’.

Un problema desde el aterrizaje

El ministro de Transportes también ha reconocido que Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior, conocía su intención de acudir a Bajaras para recibir al ministro venezolano de Turismo, Félix Plasencia. Y que fue el titular de Interior quien le informó de que Rodríguez volaba a bordo del aparato y le pidió que se “asegurase” de que no tenía intención de bajarse.

Si el Gobierno conocía de antemano que Rodríguez volaba con destino a Madrid, el Ejecutivo podría haber incurrido en un nuevo incumplimiento de las normas de la UE, pues nunca debía haber autorizado su aterrizaje. Como tampoco debió permitir el tránsito dentro del aeropuerto ni que tomara un vuelo con un destino distinto a su lugar de origen.