Ventas ambulantes de “corotos” resuelven el mes de los venezolanos

Foto Archivo 2001

 

Las necesidades de los venezolanos se reflejan cada día en las calles y aceras, donde el ciudadano común sale a vender las cosas que no se usan en casa y las que consiguen como forma de pago por realizar ciertos trabajos.

Por María Cordero / 2001





Un sueldo mínimo en la actualidad es de 250.000 bolívares, que alcanza para comprar cinco kilos de arroz o un kilo de carne, por lo que muchas personas decidieron salir a la calle y convertirse en vendedores ambulantes para completar los ingresos.

En el centro de Caracas se pueden observar múltiples personas con mercancía de todo tipo, las calles de Quinta Crespo son tomadas en su totalidad por los buhoneros que se hacen llamar “recicladores” pues ofrecen al público objetos nuevos y usados que cubren alguna necesidad.

Escapar de la policía para que no les quite la mercancía, cuidarse de los robos y las estafas es parte del día a día que viven ciudadanos que se dedican a este modo de economía informal como José Bautista, quien indicó que por las dificultades económicas se ve en la necesidad de trabajar de esta manera para cubrir los gastos de su casa.

“Muchos de nosotros no tenemos un trabajo fijo. Con un trabajo fijo uno resuelve más. Esto ayuda a llevar a diario la comida a la casa; un arroz, una pasta o siempre llegar con algo para los niños” indicó José Bautista.

Al ser consultado sobre la procedencia de la mercancía que venden, Bautista indicó que “la mayoría son cositas que nos regalan los vecinos, amigos que saben que uno vende acá y ayudan a llevar algo de comida a casa”, dijo.