El petro sería la herramienta para hacer de Venezuela una “criptonación al estilo cubano”

El petro sería la herramienta para hacer de Venezuela una “criptonación al estilo cubano”

Nicolás Maduro. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

 

Nutrido de los avatares de la economía venezolana, poco a poco se desarrolla un fenómeno a nivel estructural en el país, el cual nos traslada a la experiencia cubana como un antecedente y como testimonio de lo que ha sido un problema hasta la actualidad para ese país: la multiplicidad monetaria a la que se ha abierto el régimen de Nicolás Maduro —en la que conviven fundamentalmente el bolívar, el dólar y ahora el Petro— podría empeorar la situación de empleados públicos y dependientes del Estado al imponerles ingresos económicos en Petros y aislarlos del sistema económico internacional a cambio del control político.

Por Reymar Reyes Moncayo | BancaYNegocios.com





Y es que a principios de los años 90, cuando cayó la Unión Soviética y Cuba perdió apoyo económico, la isla sufrió una crisis económica que se conoce como «periodo especial» y durante la cual se orquestó un sistema bimonetario que devino en la circulación del Peso Cubano no convertible (CUP) —controlado por el sistema socialista, para el uso de los trabajadores públicos y el aparato del Estado— y el Peso Cubano Convertible (CUC) que equivalía a un dólar y que estaba destinado al uso de los trabajadores por cuenta propia, empresas extranjeras o mixtas, turistas y otros grupos privilegiados de la sociedad cubana.

En una publicación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el investigador Archibald Ritter describe que «la principal característica de la estructura económica cubana era su división en un sector socialista tradicional regido por el peso, y un sector internacionalizado y dolarizado» que se diferenciaban entre sí por el poder de traspasar las fronteras con uno de estos instrumentos financieros: fue una forma de encontrar divisas y sobrellevar el embargo económico.

En el caso venezolano, el acceso al dólar ya genera una diferenciación ferrea en la sociedad, mientras que el Banco Central de Venezuela —emisor oficial del bolívar— y el Petro han sido cercados por sanciones económicas que los aíslan. En todo caso, ningún organismo internacional aceptaría bolívares o petros para realizar negocios, pues su utilidad se ha reducido a fluir en una porción de Venezuela.

En la misma publicación de la Cepal se señala que esta brecha entre monedas en Cuba se agudizó producto de, «entre otras circunstancias», fenómenos que han experimentado también en Venezuela: la contracción de la economía socialista y la pérdida de confianza en ella, el debilitamiento del peso por la acelerada inflación debida a las emisiones monetarias para financiar el déficit fiscal, y la sobrevaluación del tipo de cambio, control de cambio, bloqueos económicos y más.

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