Guaros dejan de comprar gallinas por su alto costo

Guaros dejan de comprar gallinas por su alto costo

Ni para sancocho salen las gallinas. Da igual si se trata de un domingo o si se habla de una jornada entre semana, pues los días en los que la gente compraba animales criollos para sopa parece un recuerdo lejano y es que, según comentan vendedores de mercados municipales, las personas prefieren comprar costilla o lagarto porque es mucho más barato.

Por Osman Rojas | LA PRENSA de Lara





De acuerdo a los datos recaudados por LA PRENSA en estos momentos una gallina cuesta entre 160 y 200 mil bolívares. El precio es alto si se compara con una costilla o un lagarto, pues en las carnicerías estos rubros se consiguen en 120 mil bolívares.

“Las ventas están cada vez más duras. Las personas que vienen a comprar gallinas preguntan precio y se van porque les parece que está muy caro”, comenta Édgar Rosales, dueño del emblemático puesto de gallinas que está ubicado en el mercado Terepaima.

Tan bajas son las ventas de gallinas en estos momentos que Rosales comenta que, de unas 50 ó 60 gallinas que, en promedio vendía él por semana hace un par de años, ahora con suerte salen diez o quince gallinas cada siete días.

“La gente no está comprando. Cada vez es más difícil poder vender porque la gente o compra otra cosa para la sopa o lleva pescado que es mucho más económico”, dice.

Karina Crespo, vendedora de gallinas en el centro de la ciudad, comparte la idea de Rosales y señala que las pocas personas que van a buscar gallinas preguntan si el animal aún pone huevos y es que muchos prefieren hacer el esfuerzo económico para criar el animal en lugar de sacrificarlo y comérselo.

“Es que no es solo el precio de la gallina sino también el costo de verduras. Para hacer un buen sancocho se deben gastar al menos 400 mil bolívares y muchos no los tienen”, comenta.

LA PRENSA habló con los consumidores para saber el porqué no compran gallinas como antes y la gran mayoría responsabilizó a la crisis pues señalan que, al precio del animal y al costo de las verduras, hay que sumarle el gas. “No todos tenemos para armar fogones y montar una olla con una gallina para que se ablande tarda más que preparar una pasta con carne molida. Es un tema de supervivencia”, decía la señora Enma Piña, ama de casa residenciada en el centro de la ciudad.