Nuevo sistema pos-brexit de inmigración por puntos siembra inquietud

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El secretario del Interior de Gran Bretaña, Priti Patel (R) y el secretario de Defensa de Gran Bretaña, Ben Wallace (L), llegan a la primera reunión del gabinete el día después de una reorganización en 10 Downing Street en el centro de Londres el 14 de febrero de 2020. – El primer ministro británico presidió un primera reunión de su nuevo gabinete el 14 de febrero, el día después de una reorganización que vio al canciller Sajid Javid renunciar y ser reemplazado por la estrella en ascenso Rishi Sunak. (Foto por Tolga AKMEN / AFP)

 

El gobierno conservador británico reveló este miércoles su nuevo sistema de inmigración por puntos, que fue inmediatamente criticado por la oposición y algunos profesionales, que lo ven como un peligro para sectores como la salud o la industria alimentaria.

Para obtener un visado de trabajo a partir del año próximo, una vez finalizado el periodo de transición del Brexit, será necesario demostrar competencias específicas, hablar inglés y contar con una oferta de trabajo con un salario mínimo anual de 20.480 libras (unos 24.600 euros), excluyendo así a los trabajadores poco cualificados o mal pagos.





La ministra del Interior del gobierno de Boris Johnson, Priti Patel, calificó estas reformas como “firmes y justas”, y declaró que este sistema facilitará la obtención de visas a los trabajadores altamente cualificados.

“Nuestra economía ya no dependerá de la mano de obra barata proveniente de Europa, sino que se concentrará más en la inversión en tecnología y automatización”, destacó en el documento que detalla las medidas, y solicita a los empleadores “adaptarse” a éstas.

Este plan requiere a cada trabajador extranjero acumular un mínimo de 70 puntos para obtener un permiso de trabajo, a medida que cumple determinados requisitos, que han generado serias inquietudes en los sectores profesionales que dependen de trabajadores poco cualificados o mal pagados.

Una funcionaria responsable en el principal sindicato del sector público, Christina McAnea, señaló que estas medidas “causarán un desastre absoluto en el sector de la salud”, puesto que no se dispondrá de personal suficiente en el Reino Unido.

En cuanto al sector agroalimentario, la presidenta del Sindicato Nacional de agricultores, Minette Batters, aseguró que la “automatización aún no es una opción viable (…) por lo que generará graves consecuencias para el sector”.

AFP