Anacelmira Urbina: Un nudo en la garganta…

Anacelmira Urbina: Un nudo en la garganta…

Como explicar a una madre en un hospital, que su hija de once años acaba de morir por no tener en este centro asistencial los insumos médicos necesarios que pudieron salvar su vida, después de ver el dinero invertido en las tarimas que se realizaron en la ciudad de Mérida en los pasados carnavales, me decía una señora con lagrimas en los ojos….. Solo puedes hacelo con un nudo en la garganta y el corazón partido.

Impotencia es lo que se siente ante esta situación donde cada día mueren más ciudadanos por la crisis del sector salud, hoy podemos decir que nuestros centros asistenciales están completamente desabastecidos no solo en insumos médicos sino en infraestructura y equipos, pero con unos valientes médicos que hacen todo para salvar vidas en estas condiciones, ellos sufren al igual que sus pacientes está grave crisis.

De los usurpadores no es una actitud de extrañar, ellos solo quieren enmascarar la realidad que vivimos no solo los merideños sino todo el país, como dicen coloquialmente los mantenemos con pan y circo, pero como no hay pan damos circo….





Pero como Justificar la incoherencia de los que algunos llaman “oposición”, que toman las mismas iniciativas que los usurpadores. La verdad no hay justificación posible, la realidad es que son cohabitadores que nos ha mantenido atados a los usurpadores.

Algunos dirán que palabras tan duras y radicales… Si los merideños necesitamos distracción y solo así pudimos tenerla…. Lo que necesitamos mis estimados lectores es libertad, para poder vivir en una Venezuela productiva y prospera que nos permita llegar hasta donde queremos llegar, sin limites, ni ataduras, ni sumisión.

Para ser libres debemos erradicar de raíz este régimen y sus cohabitadores, luchar todos juntos con el mismo objetivo transitando la ruta del coraje y la fuerza, para eliminar de nuestro hermoso país tanto al socialismo carnívoro implantado hace más de veinte años como el socialismo vegetariano cohabitador que nos mantiene unidos a la peor crisis humanitaria vivida en el mundo entero.