Inseguridad, violencia y actuación policial, por @lmesculpi

Inseguridad, violencia y actuación policial, por @lmesculpi

La recurrencia en breves lapsos de algunos sucesos noticiosos colocan en primer plano la gravedad de problemas estructurales existentes en la sociedad. Tal es el caso de la situación de la inseguridad y la actuación de los distintos cuerpos policiales. Hace menos de quince días se produjo un enfrentamiento entre funcionarios del FAES y el CICPC, en la autopista de Prados del Este, más recientemente fue asesinada una funcionaria del Cuerpo de Investigaciones en una alcabala del Fuerte Tiuna, en el estado Aragua un Coronel activo de la Fuerza Aérea fue asesinado junto a la familia en su residencia.

La pasada semana en una tarde se produjeron dos intensos intercambios de disparos, entre funcionarios policiales y la banda de “el Coqui.” El primero en Chuao y el segundo en la autopista a la altura de Bello Monte, el tiroteo donde se disparó con fusiles y explotó una granada, en horas de intenso tránsito se produjo una gran confusión y alarma entre las personas que circulaban por las zonas.

Luego es detenida una jefa de la Policía de Chacao e investigados otros dos funcionarios por presuntamente “datear” o servir de “campaneros” a la banda que opera desde la Cota 905.





La reseña de estos hechos deben llamar la atención sobre la problemática de fondo, la actuación de los cuerpos policiales, el solapamiento de sus funciones, las causas de los enfrentamientos entre distintas policías, la corrupción presente en esos organismos, la tenencia de verdaderos arsenales de guerra por parte de las bandas delictivas, la contradicción existente en las mal llamadas “zonas de paz”, el fracaso de más de 20 planes de seguridad y el desbordamiento del hampa. Son datos que sitúan el tema de la inseguridad como uno de los graves problemas que confronta la sociedad venezolana y requieren tomar muy en cuenta los estudios realizados por distintos especialistas en el área, que han venido alertando sobre la tendencia a la agudización de la situación.

En otro tiempo la preocupación se centraba en el déficit existente en el número de funcionarios policiales, estábamos por debajo del índice establecido en los cánones internacionales, del número de efectivos por cada cien mil habitantes. De acuerdo al investigador y profesor universitario Keymer Avila, en la actualidad hay una hipertrofia policial, mientras el estándar internacional es de un promedio de 350 policías por cada 100 habitantes, en Venezuela estamos llegando a 557 efectivos, esta hipertrofia consiste en “el crecimiento acelerado y desmedido de esas instituciones”…según el especialista “la masificación en la prestación de un servicio debe tener un ritmo racional”…”ser evaluado técnica y permanentemente para asegurar la calidad y evitar que el pretendido remedio sea peor que la enfermedad”.

La política de seguridad ha sido militarizada, en los últimos veinte años el Ministerio de Relaciones Interiores y de Justicia solo ha tenido la breve pasantía de dos ministros civiles: Luis Miquelena e Ignacio Arcaya, lo que implica – en alguna medida- el énfasis en los aspectos represivos y el descuido en la necesaria acción preventiva.

Si añadimos a este cuadro la exacerbación de la violencia política, proveniente de los colectivos armados, los organismos paramilitares que actuaron el fin de semana en Barquisimeto, con la complicidad de las autoridades, atentaron contra Juan Guaidó, los manifestantes que lo acompañaban y los periodistas, tendremos un panorama más complejo al abordar el tema de la violencia, la seguridad y la actuación de los distintos cuerpos policiales.

Necesariamente las soluciones a las complejidades que confrontamos, lo decimos sin intención maximalista, pasan por alcanzar el cambio político. El régimen ha demostrado su evidente incapacidad para abordar y resolver la enorme crisis integral que abarca todos los aspectos esenciales de la vida. El Plan País propone un una serie de orientaciones inmediatas, en el mediano y largo plazo para atender seriamente la seguridad ciudadana.