Las precauciones en la Casa Blanca para proteger a Donald Trump del coronavirus

El presidente Donald Trump y el secretario de Salud de EEUU, Alex Azar, este viernes 6 de marzo durante la firma de la ley para destinar USD 8.300 millones a combatir el coronavirus (REUTERS /Carlos Barria)

 

El diario estadounidense New York Post reveló este viernes que las autoridades en la Casa Blanca se están reuniendo para ver cómo reducir la amenaza de que el coronavirus infecte al presidente Donald Trump y a su personal.

Por Infobae





En respuesta al brote del coronavirus -que suma 205 casos de contagios en Estados Unidos-, la Casa Blanca ha ordenado desde el 21 de febrero que los invitados reporten todos los países que visitaron en los últimos 30 días.

El Servicio Secreto y la Unidad Médica de la Casa Blanca revisan la información y hacen un seguimiento de las personas que han visitado países con casos de COVID-19. “No es una prohibición rígida y rápida, pero permite a los expertos médicos saber con quién hablar con las preguntas de seguimiento”, dijo un funcionario consultado por el Post. “La gente ha sido muy cooperativa y comprensiva, lo cual apreciamos”.

Otras medidas son estudiadas por un equipo que está dirigido por Tony Ornato, subjefe de personal de operaciones de la Casa Blanca, y está “constantemente monitoreando y reevaluando” los protocolos de la Casa Blanca.

Uno de los cambios más visibles en el Ala Oeste fue la instalación de estaciones de desinfección de manos. Y otro alto funcionario que habló con el Post dijo que se podrían añadir los controles de temperatura y el fin de las visitas públicas si la crisis empeora, aunque ninguno de los dos es inminente.

Los periodistas que no tengan un pase permanente y los invitados que entren en el edificio adyacente de la Oficina Ejecutiva Eisenhower deben proporcionar también su información de viaje.

Los turistas que visitan la Casa Blanca rellenan el mismo formulario que los demás visitantes, pero lo hacen con meses de antelación. No está claro si se les está volviendo a investigar a medida que se acercan las fechas de la visita.

El presidente Donald Trump se quejó el miércoles de que las medidas contra el nuevo coronavirus le impidan tocarse la cara.

El mandatario republicano estaba reunido en Washington con ejecutivos de aerolíneas y funcionarios de la administración para discutir las medidas sanitarias y Deborah Birx, la coordinadora de la Casa Blanca en la lucha contra el coronavirus, recordó que era de “sentido común lavarse las manos y no tocarse la cara”.

Tras lo que Trump, un conocido germófobo, bromeó: “¡Llevo semanas sin tocarme la cara! ¡Semanas! ¡Lo echo de menos!”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU han recomendado a los ciudadanos no tocarse la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca, como medida preventiva para evitar el contagio del virus.

También aconsejan a los estadounidenses lavarse las manos con jabón y agua durante al menos 20 segundos; así como usar un gel desinfectante para manos que tenga al menos un 60 % de alcohol.

La reacción de Trump ante el virus ha generado polémica, porque la semana pasada pareció restar importancia a la enfermedad al compararla con la gripe estacional y, durante un mitin electoral en Carolina del Sur, pareció referirse al coronavirus como una “farsa” exagerada por los demócratas para perjudicarlo.

Su afirmación de que lleva semanas sin tocarse la cara generó también bromas en las redes sociales de personas que retaban a otros a mostrar cuánto eran capaces de permanecer sin hacerlo.

El lunes, el presidente se reunió con los directivos de diez empresas farmacéuticas y les pidió que aceleren la búsqueda de una vacuna para el brote. En Estados Unidos, once personas han muerto por causas relacionadas con el virus y hay unos 150 infectados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el miércoles de que se han registrado 93.090 casos confirmados de coronavirus en el mundo, de los que 2.223 correspondían a las últimas 24 horas.

En China, los casos se elevan a 80.422, mientras que los fallecidos en este país totalizan 2.984 desde el brote de la enfermedad. Con 835 casos, Irán es donde la situación es más alarmante, mientras que Corea del Sur e Italia se mantienen como los otros dos países más afectados, con 516 y 466 nuevos contagiados, respectivamente.