Nicolás Maduro encarceló a tres españoles del entorno de Juan Guaidó

 

Se llaman Demóstenes Quijada, Víctor Silio y Sergio Termini Tudela y son los nuevos presos políticos del régimen bolivariano. Los tres poseen la doble nacionalidad española y venezolana. Su delito: pertenecer al círculo de Juan Guaidó, presidente encargado del país. Alguno tan cercano como Quijada, asesor clave y “cerebro” en la sombra desde que comenzara el desafío contra Nicolás Maduro en enero de 2019.





Por Daniel Lozano | ElMundo.es

Las fuerzas de la revolución les detuvieron en los últimos días en medio de la ola represiva puesta en marcha por el gobierno con la excusa del coronavirus. Un operativo que contrasta con las declaraciones públicas y llamados del “presidente pueblo”, que ha propuesto un “alto el fuego” cuando las andanadas violentas llegan siempre desde el mismo lado. El chavjsmo ha situado a opositores, periodistas y personal médico en el centro de su diana para mantener el control social en medio de la pandemia. Al precio que sea.

Quijada, uno de los detenidos por la policía de Maduro, junto a su familia. Foto: El Mundo

 

Al hogar de Quijada en Caracas llegó un pequeño ejército de la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela (Dgcim) en la madrugada del jueves. Intentaron reventar la puerta del apartamento. En su interior, la familia compuesta por el ingeniero de 43 años; su mujer Ana Carolina; su hijo Demo, de 8 años, y la abuela materna del niño. El pequeño también dispone de nacionalidad española.

“¡Pongánse las máscaras, aquí hay un infectado!”, gritaron, como si se tratara de otra serie de Netflix. Quijada abrió lo que quedaba de puerta y comenzó la pesadilla, relatada a EL MUNDO por Ana Carolina Agüero, mujer del detenido y psicopedagoga de 45 años.

Tres horas durante las cuales los agentes armaron el escenario ordenado por la revolución. Los militares se introdujeron en el dormitorio conyugal y “sembraron” en un cajón dos granadas. Una pistola, un artefacto explosivo y marihuana también fueron repartidos en la estancia. Todo ello ha servido de base para acusar de terrorismo al asesor de Guaidó.

“Pese a que nos avisaron de que venía un médico, nunca apareció. También nos dijeron que iban a fumigar, pero tampoco ha pasado. Se llevaron dos computadoras, tres teléfonos celulares y los mandos de la consola del niño. También el router y los teléfonos de la casa”, precisa Agüero.

Los abogados defensores del opositor consiguieron hablar durante unos minutos con Quijada, que permanece detenido en la sede de la Dgcim, principal centro de torturas del país según las denuncias de la ONU y la OEA. “Está bien, sereno, no le han golpeado, que era mi gran miedo porque él es un intelectual, no un hombre de campo”, desvela Agüero.

Quijada se ha convertido en un referente durante los 15 meses de pulso contra Maduro, siempre en una cercanía discreta al líder opositor, con unas gafas de pasta que le hacían muy reconocible.

“Funcionarios del régimen: al secuestrar a otro luchador sólo consiguen deshonra y perpetuar emergencia. En cambio, por el usurpador (Maduro) son 15 millones de dólares y hacer historia”, clamó Guaidó tras la detención. Ambos, Quijada y el presidente de la Asamblea Nacional (AN) son ingenieros industriales formados en la Universidad Católica Andrés Bello. En el extenso currículum de Quijada figuran sus planes para mejorar las bases de datos del Poder Judicial y las instalaciones del Metro de Caracas.

Por otro lado, los abogados del opositor confirmaron a la familia de Víctor Silio, ayudante de Rafael Rico, asistente de Guaidó, que el joven de 23 año fue trasladado a una comisaría de la Policía Nacional. Sobre él pesa una denuncia por portar marihuana. El joven hispanovenezolano fue brutalmente golpeado a finales de febrero durante el ataque a la manifestación encabezada por el presidente legítimo del Parlamento en Barquisimeto.

La caza de Rico prosigue por toda Caracas, convertido en objetivo preferencial tras su huida de esta semana. Su novia, Andrea Bianchi, fue secuestrada por agentes de las FAES (policía especial de Maduro, acusados de ser los “batallones de exterminio” de la revolución), desnudada, golpeada y arrojada en una autopista. Sergio Termini Tudela es el detenido más alejado del presidente encargado, ya que está más vinculado al círculo de Julio Borges, canciller en el exilio de Guaidó.