José Machillanda: No hay gobierno… pero sí mucha propaganda

José Machillanda: No hay gobierno… pero sí mucha propaganda

No, no hay gobierno en el sistema político venezolano. Lo que existe es un cuerpo de actores aterciopelados de militarismo para desarrollar un guion de propaganda perversa, que busca confundir cada vez más a una nación que padece por parte de grupos brutales y múltiples persecución, vejamen y violencia. La propaganda y los mensajes subliminales como armas, son el centro de acción de un régimen sobrepasado hace tiempo por la Calamidad Político Social, que arrincona de hambre, inseguridad, violencia y pánico a ciudadanos que -ante tanto vejamen- están a punto de la Explosión Social. Explosión Social Multidireccional legitima por parte de jóvenes, mujeres y hasta mayores, que están dispuestos a revelarse a esta desgracia política del madurismo militarista y su Estado Cuartel.

Explosión Social Ciudadana es la respuesta política de los demócratas que no toleran más una tiranía armada, reforzada por el cubanismo, que torpe e ignaros se atreven de hablar de dialogo y no han sido capaces de anunciar un compromiso minino vital, su responsabilidad política. Aturdidos como están, después de las decisiones del Departamento de Justicia y el Departamento del Tesoro de los EEUU saben que sus cabezas tienen precio. Saben que lo reconocen todos los venezolanos, latinoamericanos y el mundo y después de esta Morisqueta Militarista, están conscientes de que su destino no es en Venezuela. Todos los venezolanos sienten la necesidad de crecer en el desprecio hacia un grupo político, primitivo, mentiroso y anti-político que actúa como retardados mentales.

Explosión Social es la reacción democrática de una Resistencia Civil igual al 87% de demócratas, que de manera silente, crecen en su Desobediencia Civil a un régimen acobardado pero policial que ha confundido vía el acuartelamiento a una sociedad que está dispuesta a una Nueva arquitectura política cercana a la contrademocracia. Contrademocracia para hacer política, en la cual el ciudadano ejerce tres funciones de calificación de su gobierno, este gobierno, que está en usurpación y no califica como tal, por haber violado la Constitución y proteger y negociar con carteles de la droga, funciones de vigilancia, o sea, el ciudadano alertando sobre la función del gobernante y la función de clasificación mediante el cual, el ciudadano reconoce la transparencia internacional que requieren los gobernantes.





El gobierno y sus actores más su propaganda engañosa, ya deben suponer la capacidad de control de los demócratas, por lo tanto tiemblan por cuanto saben que han ofendido de tal manera a la ciudadanía que como sociedad política pueden ejercer la Explosión Social como respuesta política. Respuesta política a la tiranía y al cubanismo acobardado, que cree puede seguir manipulando y ganando tiempo en la ecuación política venezolana. Son además de payasos, ignaros y no saben que el hambre, enfermedades, necesidades que hoy sufre el venezolano, hombre o mujer lo tienen en una situación de desesperación. Desesperación por ser testigo de cómo desde el año 2014 el país, su geografía, las pocas instituciones pero sobretodo la población han sido violentadas por el comunismo sin moral pública, a los cuales se les ha negado su derecho ciudadano y los canales de acceso como expresión pública democrática.

Estos actores teatreros, testaferros, propagandistas del fidelismo, y representantes del comunismo se muestran como una camarilla retrograda que sirven a un partido político en armas, todos ilegítimos, y todavía creen que pueden seguir manipulando al venezolano hambreado y perseguido, pero cívico y civilista en quien crece el derecho a la rebelión. Ya hay muestra y hechos en el interior del país y en las grandes barriadas de las ciudades. Los actores teatreros de la propaganda deben tener claro que ni la miseria exponencial y mucho menos la propaganda ni el cubanismo desviaran al ciudadano demócrata en su decisión de Explosión Social.

La explosión social es una consecuencia, frente a la irresponsabilidad y locura de un cuerpo de socialistas militarizados, que han subestimado la democracia y a los demócratas que existen en cada venezolano. La explosión social de los demócratas marcará un hito en el sistema político venezolano, que han estado manipulado desde los dos golpes de Estado del 1992 por la desgracia de la Maldad Liquida. Maldad Liquida instrumentada por grupos extremistas ideologizados que cree en la manipulación y la violencia junto al vacío moral para gobernar. Creen igualmente estos primitivos que pueden controlar y separar al venezolano decente, hasta embaucarlo con unos discursos totalitarios de terciopelo cuya característica central es… el vacío moral y político de quienes hablan de revolución en el siglo XXI.

Dr. José Machillanda
Director CSB-CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas, 28 de abril de 2020.