Escasez de gasolina podría disparar aún más la desnutrición en Venezuela

Escasez de gasolina podría disparar aún más la desnutrición en Venezuela

Las cifras de desnutrición infantil en el estado Lara podrían tener un repunte significativo ante la falta de combustible en el país. Así lo da a conocer la presidente de la ONG Madres y Padres por los Niños (Mapani), Gretna El Halabi, quien explica que los pocos alimentos que están llegando, cada vez se encarecen más.

Por José D. Sequera | LA PRENSA de Lara





“Al haber baja productividad alimenticia en Lara, son pocos los transportes foráneos que pueden llegar con los alimentos a los comercios, y las cantidades son tan pequeñas, que su precio se encarece, por lo que el poder adquisitivo de los padres se reduce y no adquieren la misma cantidad y variedad de alimentos para sus hijos”, dice la experta.

Para antes del inicio de la cuarentena, en el caso de Iribarren, Mapani registraba 43% de desnutrición infantil y de este porcentaje 12% eran casos de desnutrición aguda. Estas cifras se basan en los 260 menores de edad atendidos por la ONG, de las que 113 resultaron estar malnutridos.

“La mayoría de estos pacientes con malnutrición residen en Ana Soto (Juan de Villegas), Catedral, Concepción y Unión”, agregó.

Aunque El Halabi, defensora de derechos humanos para niños, señala que ya se está detectando el repunte de la desnutrición infantil durante la cuarentena, pues en los casi 50 días de claustro social debido al brote de Covid-19, Mapani ha registrado 26 casos de anemia en infantes malnutridos.

“Estos pacientes con anemia, provienen de familias que no tienen ingresos fijos o en dólares. Por eso su dieta se basa en muchos carbohidratos, porque es lo que pueden adquirir, dejando de lado el balance con las proteínas y los micronutrientes”, mantiene.

Medidas empañan el panorama

La presidente de Mapani declara que la nutrición infantil en el país está a las puertas de otra “devastación”, tal como ocurrió en el 2014, cuando las medidas económicas del gobierno nacional generaron escasez de alimentos y “bachaqueo”.

“Ya hubo un primer embate de desnutrición hace seis años, no me quiero imaginar qué podría ocurrir ahora con los nuevos precios fijados en productos básicos, principalmente los de primera necesidad”, resalta la abogada, haciendo referencia a la complicada situación de abastecimiento que hubo en esa época.

Esta medida, recuerda El Halabi, otros insumos necesarios como los pañales y los suplementos alimenticios escasearon también en el 2014. “Es complicado pensar en algo así, pero debemos seguir trabajando”, señala.