El “dinero gratuito” para desempleados de Finlandia: ¿Receta contra la crisis del coronavirus o utopía?

El “dinero gratuito” para desempleados de Finlandia: ¿Receta contra la crisis del coronavirus o utopía?

Transeúntes en una calle de Helsinki, Finlandia, el 31 de marzo de 2020.
Alessandro Rampazzo / Gettyimages.ru

 

 

La posibilidad de cobrar un salario esencial incondicionalmente de la situación laboral mejora la sensación de bienestar y seguridad económica de los ciudadanos pero no necesariamente sirve de estímulo para conseguir empleo. Así lo sugiere un reciente análisis de un experimento llevado a cabo por el Gobierno de Finlandia entre 2017 y 2018 y que atrae nueva atención en el contexto de la crisis del coronavirus.





Por: RT

En el marco del programa, el Estado finlandés pagó una renta básica universal (RBU) de 560 euros (poco más de 600 dólares) al mes, libre de impuestos, a 2.000 ciudadanos desempleados seleccionados de manera aleatoria.

La idea de la iniciativa era comprobar si los beneficiarios tienden a aceptar puestos con menor salario o temporarios sin miedo a caer en la pobreza, ya que el RBU cubriría al menos parte de los gastos mensuales esenciales.

A los receptores del beneficio se les garantizó que conservarían el 100 % del mismo aun en caso de encontrar trabajo, aunque tampoco se les exigió buscar empleo para seguir cobrándolo.

Optimismo y bienestar

Este miércoles, el Ministerio de Asuntos Sociales y Salud finlandés publicó el trabajo de un equipo de investigación de la Universidad de Helsinki que evaluó los resultados del programa.

Una de las principales conclusiones de los expertos es que el hecho de contar con un ingreso básico en momentos de dificultades materiales efectivamente incrementa la sensación de bienestar. Asimismo, ayuda a los beneficiarios a sentirse menos deprimidos y, como consecuencia, a mejorar las funciones cognitivas y a percibir el futuro de manera más optimista.

Por otra parte, el RBU arrojó resultados bastante modestos como estímulo para buscar empleo. Así, los receptores del beneficio trabajaron apenas seis días más en el transcurso de los dos años que duró el programa, en comparación con el grupo de control.

Cuestión de autonomía

“Algunas personas dijeron que el ingreso básico tuvo efecto nulo sobre su productividad, dado que aún no había vacantes en el área para la cual estaban formados”, declaró Helena Blomberg-Kroll, investigadora de ciencias sociales de la Universidad de Helsinki, en conversación con The Guardian.

“Pero otros dijeron que con el ingreso básico estaban preparados para aceptar puestos poco remunerados que de otra manera hubieran evitado”, añadió.

Además, muchos de los beneficiarios aseguraron que el RBU les dio una sensación de autonomía, permitiéndoles reanudar actividades significativas que no podían disfrutar mientras tenían trabajos de tiempo completo.

¿Parte de la solución?

Los autores de la investigación concluyen que el trabajo ofrece argumentos tanto a favor como en contra del RBU.

“Pero tal y como todos hemos aprendido en la parte inicial del 2020, la inseguridad no es una buena manera para vivir”, resume Blomberg-Kroll.

Y añade que “mientras el ingreso básico no puede resolver todos nuestros problemas de salud y sociales, indudablemente debe haber una discusión sobre la posibilidad de que pueda ser parte de la solución en tiempos de dificultad económica”.