Ricardo Villasmil: Es oportunista proponer cosas a partir de un dinero que no se tiene a la mano

Ricardo Villasmil: Es oportunista proponer cosas a partir de un dinero que no se tiene a la mano

Desde la Junta Directiva ad hoc del BCV, Ricardo Villasmil advierte que hay quienes dicen que el Gobierno interino está sentado sobre un caudal de dinero, pero cuando vas analizando la riqueza que ellos aseguran que se podría distribuir te das cuenta de que no existe tal cosa. “No podremos salir de esto con más engaños”.

Por Alejandro Hernández / lagranaldea.com





Para el presidente de la Junta Directiva ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV), Ricardo Villasmil, “hay que tener un sentido realista de la situación en la que estamos”. Por eso arremete contra quienes de forma engañosa hablan de planes para el país “con dinero que no tienes y que no vas a obtener en el corto plazo”. Se ha tratado de hacer ver que el Gobierno interino de Juan Guaidó dispone de recursos que no están realmente a disposición. En lo que se trabaja de forma continua, según explica, es en evitar que Nicolás Maduro tenga acceso a esos fondos y se pierdan en corrupción y malos manejos, pero la labor no ha sido sencilla, incluso en naciones que reconocen a Juan Guaidó.

En cuanto a la reciente polémica sobre las acciones legales contra los bonistas del PDVSA2020, sostiene que si se decidió ir a la disputa legal, “no entiendo de dónde sale ahora la controversia”.

-¿Qué ha hecho el directorio ad hoc del Banco Central de Venezuela desde su designación por la Asamblea Nacional en julio de 2019?

-La Junta ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV) fue designada para identificar y asegurar las cuentas y los activos financieros en general pertenecientes a esta institución, que están fuera del territorio nacional. Parte de nuestra gestión es entrar en contacto con las autoridades de los países donde se encuentran estos fondos, para tomar control de esas operaciones, actuando en coordinación estrecha con el procurador especial, José Ignacio Hernández, que en el mismo mandato de la Asamblea Nacional fue designado como nuestro representante judicial y extrajudicial. Ambos juntamos esfuerzos para asegurar los recursos que el BCV tiene en naciones que reconocen al Gobierno interino y evitamos que el régimen de Maduro pueda seguir utilizándolos.

-¿Se puede ofrecer alguna proporción de los montos o de las cuentas externas del BCV congeladas?

-Hemos concentrado las gestiones en Estados Unidos, por ser el centro financiero del mundo y por el reconocimiento que nos ha brindado su gobierno, esto nos permitió tomar control de dos cuentas importantes que ya están en los bancos de la Reserva Federal estadounidense. La primera tiene relevancia no por el monto, sino por sus implicaciones para hacer pagos y gestionar traslados de fondos de otras cuentas a esa; y la segunda, que se dio a conocer hace poco, fue una operación que involucró el traslado de 342 millones de dólares de un banco comercial a una cuenta en la Reserva Federal de Nueva York. Pero la gestión continúa, hay activos en otros países que están en proceso de identificación; y aunque no hemos tomado control, sí hemos evitado que el régimen de Maduro pueda hacerse de esos recursos.

-Recientemente informaron que había gestiones para recuperar el oro que está retenido en el Banco de Inglaterra. ¿Cómo va esa operación?

-En Europa hemos avanzado con mucha lentitud, porque hay menor disposición de los gobiernos a tomar decisiones. Han tenido una exagerada cautela para decidir a favor nuestro. Estamos muy atentos a las gestiones en Inglaterra, porque han recibido presión por parte del régimen venezolano, incluso con propuestas asociadas al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para hacerse del oro que mantienen retenido. Quiero dejar claro que nuestra idea no es perjudicar a los venezolanos, sino evitar que Maduro tenga acceso a esos fondos y se pierdan en corrupción y malos manejos. Hay que ser ilusos para pensar que con más recursos, la dictadura va a solventar los problemas de los venezolanos, después de haberse robado y dilapidado billones de dólares.

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