El nuevo presidente ejecutivo de British Petroleum, Bernard Looney, reveló que ha considerado la posibilidad de que la demanda máxima de petróleo sea uno de los legados del brote de Covid-19.
Por DMB | lapatilla.com
Looney, en una entrevista con el Financial Times de Londres, dijo que podría imaginar que el impacto de la crisis del coronavirus en el consumo de petróleo crudo durará mucho más allá del final de la pandemia.
BP, una de las compañías petroleras más grandes del mundo, no descarta que el colapso de la demanda de petróleo en medio de Covid-19 y tal vez el posterior cambio duradero en el estilo de vida de las personas ya haya provocado la demanda máxima mundial de petróleo.
Peak Oil Demand versus Peak Oil
El peak oil demand es diferente al célebre peak oil del que se hablara hace décadas (antes de la revolución del fracking). El peak oil se refería al punto en el que no se iba a poder crecer más en la producción de petróleo en el mundo por la escasez de esta materia prima. El peak oil demand es el punto en el que la demanda de crudo toca techo, desplazada por otras energías alternas menos contaminantes.
La pandemia agrega no sólo una capa de incertidumbre en la industria petrolera a corto plazo, sino que también crea otro desafío para los próximos años, dijo el presidente ejecutivo de BP, Bernard Looney, al Financial Times
“No aumentará la demanda de petróleo. Lo más probable que [el petróleo] tenga menos demanda”, dijo Looney a FT.
El alto ejecutivo de BP se une a otros CEO de grandes corporaciones petroleras que han expresado recientemente su opinión de que no está garantizado que la demanda mundial de petróleo regrese a sus niveles previos al virus ‘normales’ de alrededor de 100 millones de barriles por día (bpd).
“No sabemos como se desarrollará todo esto… ¿Podría ser el pico de la demanda del petróleo? Posiblemente. Posiblemente. No lo descartaría” dijo Bernard Looney
El mes pasado, el presidente ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, dijo que la crisis actual es una “crisis de incertidumbre”, y que “no sabemos qué hay al otro lado”.
BP, que obtiene la mayor parte de sus ingresos del petróleo, ha presentado una caída del 66% de su beneficio en el primer trimestre de este año. BP ha emitido miles de millones de dólares en deuda, recortado el gasto y retrasado las aprobaciones de proyectos para preservar el pago de dividendos, que los analistas creen se han vuelto insostenibles.
La pandemia y el colapso de la demanda de petróleo han hecho que BP invierta más en energías renovables como una “convicción personal” para Looney, dijo a FT.