Náufragos… Pasaron dos meses en una isla desierta luego que suspendieran los viajes por la pandemia (fotos)

Náufragos… Pasaron dos meses en una isla desierta luego que suspendieran los viajes por la pandemia (fotos)

Foto de Natalie Poole

 

Una británica se ha quedado varada en una remota isla infestada de serpientes durante dos meses debido a la pandemia de coronavirus.

Por The Sun
Traducción libre de lapatilla.com





Natalie Poole, de 35 años, está atrapada en Kyun Pila, en Myanmar, con otras cuatro personas después de que el último bote fuera de la isla fue cancelado repentinamente.

La trabajadora voluntaria, de Ashburton, Devon, dijo que ella y sus compañeros náufragos están tomando las cosas “día a día”.

Foto de Natalie Poole

 

Durante los últimos dos meses se han visto obligados a sobrevivir sin apenas ayuda en uno de los lugares más aislados del mundo.

Comparten la isla con escorpiones, serpientes, jabalíes y lagartos monitores.

Natalie reveló que “lo más difícil para mí ha sido no saber cuánto tiempo estaremos aquí. Es una especie de subidas y bajadas, somos un grupo muy pequeño de personas y vivimos en una situación muy limitada y cerrada.

Foto de Natalie Poole

 

“En el fondo de nuestras mentes, obviamente, hay familias en casa y esas cosas, lo que aumenta un poco la tensión. Solo estamos tratando de tomar las cosas día a día”, relató Natalie.

Los voluntarios se dirigieron a la remota isla para ayudar a proteger un arrecife de coral para la organización Ocean Quest.

Debían ser rescatados el 5 de mayo, pero luego su barco fue cancelado cuando Tailandia extendió su cierre.

Foto de Natalie Poole

 

No esperan noticias sobre cuándo el próximo barco puede llegar a ellos fuera de la isla, que ha sido su hogar desde el 19 de marzo.

Natalie ha publicado hoy en Facebook: “Por favor, ayúdenme a llegar a casa. Hay un barco que sale de aquí el lunes pero no me dejarán en el continente sin boletos de avión reservados a casa.

“No hay vuelos ni vuelos de rescate completos ni se requiere comprar boletos en persona en Yangon (Myanmar).

Foto de Natalie Poole