En Imágenes: Así quedó la proa del crucero “Resolute” tras su choque con el buque “Naiguatá”

En Imágenes: Así quedó la proa del crucero “Resolute” tras su choque con el buque “Naiguatá”

Crucero RCGS Resolute de Portugal. Foto: Ernst-Gert Schmidt / Marine Traffic

 

La historia de la RCGS Resolute es digna de novela o guión cinematográfico. El polémico choque con una nave de la marina venezolana es sólo un capítulo más en la turbulenta historia de demandas, arresto y un viaje a la Antártida cancelado.

Por DW.com





En su último episodio, una corte de Curazao -la isla neerlandesa de 160 mil habitantes en el Caribe- decretó este martes 12 de mayo el embargo de la nave. Sólo pagando una cuantiosa garantía podrá dejar el puerto de Willemstad, donde permanece en medio de la cuarentena por coronavirus. Pero esta historia comenzó mucho antes, en Argentina.

Capítulo 1: un crucero arrestado en Buenos Aires

“La Resolute ha tenido problemas en prácticamente todos los puertos en que ha estado”, confirma a DW una fuente relacionada con el servicio legal marítimo en Argentina. El crucero tenía previsto iniciar en octubre su habitual temporada de tours a la Antártida. Decenas de pasajeros, muchos de ellos europeos jubilados gastando los ahorros de sus vidas, soñaban visitar el continente blanco.

El buque debía cargar combustible en la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, pero el viaje tuvo un giro inesperado. “Ninguna empresa quería aprovisionarlo de combustible sabiendo que tenía muchas deudas y no las estaba saldando”, agrega la misma fuente. Sin combustible, debió dar media vuelta y retornar a Buenos Aires cuando recién iba en Puerto Madryn.

La expedición a la Antártida fue cancelada y la Resolute ancló en la capital argentina, donde la Justicia acogió los reclamos de extripulantes, proveedores y servicios de agenciamiento en contra del operador comercial, la canadiense One Ocean Expeditions, por cuentas impagas.

“La Resolute quedó formalmente arrestada por orden de un juzgado federal desde fines de octubre hasta principios de marzo”, señala a DW el abogado argentino Francisco Venetucci, representante de algunos de los demandantes.

Gran parte de la información sobre el caso es confidencial, pero se sabe que la dueña del barco, Bunnys Adventure & Cruise Shipping Co., una empresa registrada en Bahamas, habría salido al rescate para impedir el remate de la nave. Versiones de prensa especulan que pagó más de tres millones de dólares para llegar a un acuerdo con los acreedores y lograr que se levantara el arresto. El buque dejó Buenos Aires el 5 de marzo.

Nadie sabe por qué tomó rumbo a Curazao, cuando había informado a la Justicia argentina que su destino sería Hamburgo. El desvío hacia Curazao agrega más de cinco mil kilómetros al viaje. Las hipótesis son que podría necesitar recargar combustible o que, en esa pequeña isla, no enfrentaría nuevas acciones legales.

La Resolute permanece con embargo en el puerto de Willemstad. Sólo podrá zarpar si paga una garantía. En estas imágenes del informe de GAMA se aprecian los daños que sufrió en el choque.

 

Capítulo 2: un naufragio y dos versiones

La colisión entre la RCGS Resolute y el Naiguatá, buque guardacostas de la Armada venezolana, a las 01:05 horas del lunes 30 de marzo, fue el golpe final a la ya accidentada travesía. Las versiones son contradictorias. El gobierno venezolano sostiene que el barco turístico Resolute embistió al navío de la marina “en aguas jurisdiccionales de la República Bolivariana de Venezuela”.

La empresa Columbia Cruise Services (CCS), con sede en Hamburgo, encargada de la gerencia técnica del barco, asegura que el buque navegaba en aguas internacionales, que el Naiguatá abrió fuego e “intencionalmente embistió a la Resolute y continuó intentando girar el barco hacia aguas territoriales venezolanas”.

Lo que los 40 marinos a bordo del Naiguatá nunca sospecharon fue que chocaban con un rompehielos, un navío de 125 metros de eslora y casco tan fuerte como para penetrar en los congelados mares polares. El patrullero de 80 metros, seriamente dañado, terminó naufragando.

Venezuela acusa a la Resolute de haber abandonado a la nave en desgracia. CCS dice que reiniciaron la navegación después de que el servicio de rescate de Curazao confirmó que había asistencia en el lugar. Felizmente, no hubo pérdidas humanas que lamentar.

La gráfica elaborada por GAMA muestra la secuencia de la colisión entre la turística Resolute y el Naiguatá, buque guardacostas de la Armada venezolana.

 

Capítulo 3: el informe de Portugal

La Resolute tiene bandera de registro de Portugal, por lo que las autoridades alemanas no están involucradas en ningún aspecto, aclaró CCS. La compañía declinó entregar más informaciones, pues habría una investigación en curso.

En Portugal, sin embargo, la Oficina de Accidentes Marítimos (GAMA) ya publicó su informe. Conclusión: “fue un hecho no accidental en el contexto de una operación iniciada por la Armada venezolana”. Esa noche, la Resolute realizaba labores de mantenimiento, cuando a las 00:15 horas fue contactada por radio por el Naiguatá, que le pidió identificarse y solicitó que la siguiera, como muestra la transcripción del diálogo.

“Durante las comunicaciones, Naiguatá abrió fuego y se aproximó a la RCGS Resolute (…) La proa de Naiguatá colisionó con la proa de estribor de RCGS Resolute. A causa de este hecho se produjo el hundimiento y pérdida total del buque de la Armada venezolana”, indica el reporte.

GAMA aclara que esta investigación no analizó las causas que llevaron a la Armada venezolana a iniciar la operación, ni tampoco recopiló testimonios ni pruebas con respecto al barco venezolano, “por lo que esta investigación puede reabrirse si aparecen nuevas evidencias”.

Capítulo 4: embargo en Curazao

La Resolute fondeó con sus 32 tripulantes en la capital de Curazao, donde permanece anclada desde entonces. Al tiempo que insiste en teorías de piratería marítima, espionaje y agresión a la soberanía, Venezuela puso una demanda por los daños y pidió el embargo de la nave, lo cual fue acogido en una sentencia sumaria por la corte de primera instancia de Curazao.

Lea más en DW.com