Lo que debería ser la cotidiana rueda de prensa para actualizar sobe la crisis del coronavirus, se convirtió este lunes en una conferencia dedicada a la otra crisis paralela que actualmente enfrenta la ciudad de Nueva York, las demostraciones que han escenificado miles de personas en los pasados tres días para protestar por la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis. Y al hacer un repaso de los acontecimientos del domingo en la noche que terminaron en violencia, el alcalde Bill de Blasio dio un mensaje muy claro: “No habrá por ahora un toque de queda pero no permitiremos los saqueos”.
“Hoy en día no creemos que el toque de queda se le mejor estrategia, pero el comisionado de Policía y yo discutiremos hoy si debe ser una opción, y también lo discutiré con el gobernador Cuomo. Y aunque sí está allí como una posibilidad, no hemos tomado una decisión porque hay muchas ventajas y desventajas que implican el tomar una medida tan extrema como esa”, indicó el Alcalde.
Junto al comisionado de Policía Dermot Shea, el mandatario municipal volvió a reconocer el derecho de los manifestantes a expresarse y tomar las calles para demostrar pacíficamente su descontento, pero dejó muy claro que la Gran Manzana no permitirá que aquellos elementos que tienen una agenda específica de instigar a la violencia, provoquen el caos en la ciudad. “La mayoría de las protestas son pacíficas, pero hay un grupo muy pequeño que se han infiltrado para atacar a los policías y destruir negocios, y esa violencia de pequeños grupos, es inaceptable y la vamos a detener”, indicó De Blasio.
Escenas de saqueos y destrucción de negocios en varias zonas de Manahttan, principalmente en el vecindario de SoHo, recorrieron las redes sociales desde el domingo en la noche, pero también se vieron imágenes de grupos de manifestantes haciendo cadenas humanas para evitar que otros aprovecharan las marchas para cometer actos de saqueos, algunos de los cuales, según las autoridades, son individuos que ni siquiera viven en la ciudad.
“Estamos trabajando, junto con los federales y las autoridades locales, para investigar estos casos de infiltrados que vienen fuera de la ciudad y que están provocando la violencia, pero también debo reconocer que hemos arrestados a residentes de la ciudad en actos que también buscan provocar el caos y crear destrucción de propiedades”, especificó Shea.
El máximo jefe del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) destacó que la Uniformada ha evolucionado con los años para identificar a tiempo a estos individuos, muchos relacionados con grupos anarquistas, pero recordó que en las condiciones y circunstancias actuales que vive la ciudad con la pandemia, la realidad es que ha sido muy difícil manejar la situación.
“Sí hemos sabido de esto más temprano, sí hemos tenido la inteligencia, pero hemos tenido también que hacer un balance en estos tiempos difíciles en que la gente necesita salir y expresarse”, dijo Shea, reconociendo que sí sabían de los infiltrados en las protestas, “porque esto es algo que no es nuevo, y ha pasado antes durante otras manifestaciones, de gente que siempre busca tomar ventaja de la situación”, indicó el Comisionado.
¿Y el coronavirus?
Casi al final de la rueda de prensa, el Alcalde se refirió a la crisis del coronavirus, al responder la pregunta de si no le preocupaba que las protestas provocaron un repunto de los casos de COVID-19 en la ciudad. “Es muy difícil decirle a la gente que está sintiendo tanto dolor y rabia, que no salga a protestar debido a la pandemia”, reconoció De Blasio, agregando que es una balance muy difícil de mantener, “ya que aunque nos sigue preocupando la salud de la gente, cómo le decimos que no salgan a expresa su voz, a expresar lo que sienten”.
El Alcalde reconoció que la mezcla de protestas y el coronavirus es algo que su Administración mantiene muy presente, porque la verdad es que el miedo por el coronavirus no se ha detenido debido a las manifestaciones. “Tenemos estas dos realidades opuestas, pero que la vez están chocando una con la otra, ya que se demuestra que la disparidad y el racismo que se ha visto con los efectos de la pandemia sobre los grupos minoritarios, es la misma disparidad que se destaca en el debate sobre las acciones policiales”.