El Ayuntamiento de Tijuana aseguró el martes que las autoridades de Baja California continúan adelante con la investigación del fallecimiento de una persona bajo custodia policial, en un caso que guarda ciertos parecidos con el de George Floyd, un afroamericano cuya muerte desató una serie de protestas a lo largo de Estados Unidos para demandar un alto a la brutalidad policial.
Por infobae.com
“La investigación respecto al caso continúa por parte de la Fiscalía General del Estado, quien será la encargada de determinar la situación legal de los dos agentes policíacos involucrados en el hecho”, indicaron en un comunicado.
Además, detallaron, la Sindicatura Municipal de Tijuana, ciudad fronteriza con Estados Unidos, mantiene su propia carpeta de investigación, “en espera de la determinación de la autoridad estatal”.
El secretario de Seguridad de Tijuana, Jorge Alberto Ayón Monsalve, destacó que los dos elementos involucrados en el caso, pertenecientes a la policía local, permanecen suspendidos de sus puestos. “Les fue retirada su arma de cargo y no desempeñan ninguna función por el momento dentro de las filas de la corporación policíaca”, añadieron.
“En todo momento se actuó siguiendo la política de cero corrupción y transparencia del presidente municipal, Arturo González Cruz, colaborando con las autoridades en la investigación que continúa su curso”, añadió Ayón Monsalve.
Y es que el pasado 27 de marzo, policías municipales detuvieron en una estación de gasolina a un “presunto responsable” de un delito que las autoridades no especificaron. De acuerdo con medios locales, el hombre habría sido acusado de lanzar piedras.
En un video que circula en redes sociales, se puede ver cómo uno de los agentes ya tiene sometido al hombre en el suelo y boca abajo. Sin embargo, el policía pone sobre el cuello de la persona su bota. Mientras tanto, el otro elemento lo tiene sometido de las manos y se encuentra sentado sobre las piernas del detenido.
“Mira cómo le está pisando la cabeza”, indica uno de los hombres que está grabando la acción. “Lo van a matar al pobre, mira, lo está ahorcando. Si opone resistencia está bien, pero no aplastándole la cabeza así”, agregó. Unos momentos después, una camioneta policial llega para auxiliar a los agentes.
Sin embargo, cuando intentan levantar al detenido, éste no muestra reacción. Entre más de dos policías intentan levantarlo del suelo, pero el hombre sigue sin reaccionar. Se puede apreciar cómo sus brazos, cabeza y el resto del cuerpo se mueven a discreción de los oficiales.
Los hombres que graban miran sorprendidos la escena. Sin embargo, destaca que los policías que llegaron a axuliar la detención no hacen esfuerzo por bloquear la grabación. Incluso un par de ellos se acercan a quienes graban, ubicados en un coche, sin pedirles que retiren el celular.
Ayón Monsalve, por su parte, también informó que, en seguimiento a la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de los mismos protocolos internos de la Secretaría de Seguridad local, los uniformados reciben cursos de formación y crecimiento centrados en temas de valores.
Asimismo, se brinda atención psicológica a quienes se determina que lo requieren o quienes de forma voluntaria deciden acercarse con el grupo de psicólogos de la corporación. “Además, se cuenta con más mecanismos de queja, tanto en el portal de la Secretaría como en redes sociales y todas ellas se canalizan para su atención”, finalizaron.
Los hechos ocurrieron en la colonia Manuel Paredes, a unos minutos del cruce internacional de San Ysidro. Los detalles del caso se asemejan a aquellos de la muerte de George Floyd, un afroamericano que murió después de ser sometido por la policía de Minneapolis, en Estados Unidos, y cuya grabación de lo últimos minutos de su vida provocó una reacción furibunda de la sociedad de aquel país.
El policía que somete a Floyd, se puede observar en varios videos, le coloca su rodilla sobre el cuello, a lo que el hombre reacciona con un pedido por su vida: “No puedo respirar”. La sentencia se convirtió en el grito para pedir justicia por Floyd y por el resto de personas, sobre todo de minorías, que son víctimas a diario de brutalidad policiaca en Estados Unidos.
Hasta ahora, tras una semana de protestas en las principales ciudades estadounidenses, donde algunas se han tornado violentas e incluso generado saqueos, todo esto en una escala no vista en décadas en el país norteamericano, las autoridades han detenido al menos a unas 5,600 personas hasta este martes.
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