Curiosidades que no imaginabas sobre las lágrimas y su relación con el Covid-19

 

Desde pequeños los humanos lloramos. Cuando somos bebés son nuestra única forma de comunicar una necesidad, hambre o dolor. Los expertos aseguran que son también una herramienta con la que el bebé recién nacido permanece vinculado a su madre. Incluso es un mecanismo para garantizar su supervivencia, recibir atención periódicamente cuando todavía somos seres desvalidos y sin recursos.





Por: Cope

Luego cuando crecemos y dejamos atrás la infancia las lágrimas pueder surgir como respuesta a un dolor físico extremo y también, por un dolor o choque emocional. A veces incluso ver una película, contemplar una fotografía, recibir una mala noticia, pueden desatar el mecanismo de las lágrimas.

Llorar es para cualquier persona algo tan común que no solemos preguntarnos mucho más acerca de este recurso de nuestro cuerpo y nuestra mente. Un recurso que pertenece sólo y exclusivamente a la especie humana. Somos los únicos que reaccionamos fisiológicamente de esa manera, con lágrimas en respuesta a las emociones o al dolor.

Algunos estudios señalan que los seres humanos lloramos en 2500 y 5000 veces durante nuestra vida adulta. Las lágrimas se vinculan además con efectos beneficiosos y liberadores aunque su origen sea una situación dolorosa para la persona. Llorar permite la liberación de emociones, desde la tristeza hasta la ansiedad o la frustración y también el estrés.

Y más efectos beneficiosos. El cuerpo humano está compuesto por una gran cantidad de sal. Las lágrimas están formadas por agua, sebo y mucosa. Además, contienen grandes cantidades de sales provenientes de la sangre y la alimentación. Nuestras lágrimas son saladas y son las sales presentes en nuestro cuerpo las responsables de ese sabor. Y precisamente esas sales funcionan como antisépticos, previniendo hongos y bacterias. Además, conforman una película protectora del ojo, lubricándolos, limpiándolos e incluso cicatrizando posibles lesiones.

Y otro dato más sobre nuestras lágrimas. El virus SARS-CoV-2, responsable de la pandemia de la COVID-19, también es activo en las secreciones oculares de los pacientes positivos y, por tanto, puede ser otra fuente de contagio de coronavirus.