California acaba de dar a los museos, galerías, zoológicos y acuarios el visto bueno para reabrir, pero la forma en que operan no será la misma. Hay muchas reglas nuevas en todo el país y nuevos cambios que afectarán sus experiencias de entretenimiento a medida que todos se adaptan a una nueva normalidad en medio de la pandemia.
El director ejecutivo Jason Jacobs no puede esperar para permitir que la gente regrese al zoológico de Sacramento, California. Serán recibidos por caimanes, como el pequeño Ronnie, un cocodrilo estadounidense de 9 meses.
“Se dirigió a California durante la pandemia ya que habíamos programado la apertura de un hábitat de caimanes en abril de 2020”, dijo Jacobs.
Los caimanes estaban en camino desde Florida cuando las cosas se cerraron. Desde entonces, los veterinarios y científicos de la Universidad de California en Davis han trabajado con el personal del zoológico. Estaban listos para la pandemia. Cuando la gente comenzó el cierre, los funcionarios del zoológico estaban ordenando alimentos y suministros adicionales para sus animales.
“Tenemos que tener planes de manejo de emergencias”, dijo Jacobs. “He trabajado en zoológicos amenazados por huracanes, terremotos, incendios forestales, solo tienes que estar preparado y eso es parte de la operación de un zoológico”.
Y también sabían lo que tendrían que hacer para volver a abrir con seguridad.
“Cerrar la casa de los reptiles, cerrar el patio de recreo que los niños adoran, pero es un área de alto contacto, no tener demostraciones de educación animal”, dijo Jacobs.
Las pautas de los funcionarios de California son específicas. Hay una larga lista de estipulaciones, cosas como capacidad limitada, desinfección, sin grandes eventos, sin grandes recaudaciones de fondos en persona. El zoológico de Sacramento se puso creativo con algunas de esas nuevas reglas.
“Cosas como: quédense dentro de su propio rebaño, porque nuestros flamencos se juntan, así que si vienen en familia, quédense juntos”, dijo Jacobs. “Tenemos otros recordatorios que dicen permanecer a una distancia de caimanes, no como el pequeño caimán Ronnie, sino los grandes que miden más de 6 pies de largo”.
Han contratado más equipos de limpieza y recomiendan encarecidamente cubrirse la cara. Esas máscaras son un punto de fricción para el zoológico de Memphis, que reabrió hace aproximadamente un mes.
El director de marketing, Nick Harmeier, dice: “El mayor retroceso en las nuevas políticas fue la cobertura facial. La gente está a favor o completamente en contra. No parecía que alguien estuviera realmente en el medio allí “.
Harmeier dice que querían todas las precauciones posibles y que tampoco querían correr riesgos con sus animales, ya que hay muchas incógnitas sobre COVID-19. Han empleado el tráfico en un solo sentido, han sacado sus instalaciones de regalos al exterior y, como en cualquier otro lugar, tienen una capacidad extremadamente limitada.
“Eso fue un gran ja para nosotros”, dijo Harmeier. “Estábamos como si la gente hubiera estado en sus casas durante tres meses, vamos a ser golpeados, pero ese no fue el caso y todavía estamos viendo que los números de hoy no están cerca de donde estaban el año pasado y el anterior año.”
Financieramente, todos los zoológicos y organizaciones sin fines de lucro han recibido un golpe. Para Memphis, esta es la temporada de recaudación de fondos. Y mientras se abren lentamente nuevamente, el dinero no está donde debe estar.
“Este zoológico ha pasado por muchos momentos difíciles, gran depresión, gripe española, hay muchas cosas que este zoológico ha resistido. Nos sentimos bien, vamos a superarlo todo “.
Y otros zoológicos, como Sacramento, tienen esa misma energía, reabriendo con un fuerte sentido de comunidad y supervivencia para las especies animales que aman tanto.