Revista Semana: Alex Saab, el hombre de los secretos de Maduro

Revista Semana: Alex Saab, el hombre de los secretos de Maduro

Revista Semana

 

 

Álex Naín Saab Morán siempre procuró un bajo perfil. Apenas hay fotos de él. La prensa colombiana repite una en la que luce un esmoquin negro, tomada hace años en un evento social en su Barranquilla natal. Esa imagen nada tiene que ver con la más reciente: aunque con unos cuantos kilos menos y varios años más, Saab ahora aparece con jeans y franela negra, esposado y escoltado por dos funcionarios policiales. Es la imagen de su caída.





Por: Revista Semana

La tomaron el pasado lunes cuando lo presentaron ante un tribunal en Cabo Verde, un archipiélago en el Atlántico a las puertas de África. Dos días antes, el viernes 12 de junio, las autoridades lo habían detenido en el aeropuerto internacional Amílcar Cabral. Desde entonces quedó en custodia de funcionarios de Interpol quien es calificado como el testaferro de Nicolás Maduro y a quien las autoridades norteamericanas consideran el personaje clave para descifrar los grandes secretos financieros y de corrupción del régimen chavista.

A Cilia Flores, esposa de Maduro, y a tres de sus hijos, la justicia de Estados Unidos los considera parte del entramado de Saab para lavar más de 350 millones de dólares. Álex Saab fue la ficha usada por el régimen de Maduro para comprar diputados, entonces de oposición, para que se voltearan y le dieran la espalda a Juan Guaidó, como en efecto sucedió.

La imagen de su captura se propagó a gran velocidad y desató un estruendo que apenas comienza a llegar a Venezuela y Colombia. La Cancillería de Caracas cerró rápidamente filas con el empresario. Lo calificó de “ciudadano venezolano”, lo ascendió a “agente del Gobierno bolivariano” y reclamó para él “inmunidad diplomática”. Lo hizo solo horas después de la captura y ante el temor de una rápida extradición a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por lavado de dinero desde 2019.

Con un clima tan caliente como el de Barranquilla y una brisa que viene del Caribe, Saab no andaba de vacaciones en Cabo Verde. Era una parada técnica de un vuelo en un jet privado que lo trasladaba de Caracas hasta Teherán, capital de Irán. Hasta allá iba para seguir adelante con el más reciente negocio que le confió Nicolás Maduro: la compra de combustible a cambio de oro venezolano, justo cuando la gasolina escasea en el país vecino, a pesar de tener las reservas más grandes del mundo bajo tierra.

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