Armando Info: La vez que el petróleo venezolano pagó las deudas de Víctor Vargas

Un importante ‘cold case’ de las altas finanzas bajo el chavismo al fin puede resolverse gracias a las revelaciones surgidas de la reciente intervención en Curazao del Banco del Orinoco N.V., una de las joyas del imperio financiero del magnate barinés: se trata de la compra frustrada en 2015 de Televén, uno de los principales canales privados de TV. De esa riesgosa aventura Vargas salió debiendo dinero a un poco recomendable acreedor. Después de dilaciones y presiones, para salir del apremio el banquero tuvo que echar mano a la facturación de sus empresas petroleras.

Por EWALD SCHARFENBERG / armando.info





En septiembre de 2019 el Banco del Orinoco N.V. fue intervenido por las autoridades de Curazao, la nación insular a 50 kilómetros de las costas de Venezuela que, como su ex metrópolis holandesa, mantiene un estatus cercano al de un paraíso fiscal. Fue el acto de cierre para la historia de un cuarto de siglo del banco, registrado en 1994. Su caída tumbó otras fichas del imperio financiero offshore del magnate venezolano Víctor Vargas, del que era piedra angular: en pocos días más colapsaron el Allbank de Panamá y el BOI Bank de Antigua, que compartían cuentas entre sí y por los que circulaban un mismo flujo de fondos.

Si bien no fue sino hasta el 2 de septiembre cuando el Banco Central de Curazao y San Martín decidió retirarle la licencia de operación, ya a comienzos de junio de 2019 había advertido a la gerencia del Banco del Orinoco que se disponía a imponerle una sanción definitiva a la luz de las evidencias que había encontrado sobre manejos ilegales y una insolvencia crónica.

Desde mucho antes, al menos desde 2015, en los corrillos financieros se rumoraba sobre las suculentas tasas de interés que el Banco del Orinoco en Curazao ofrecía como retorno a aquellos -sobre todo, acaudalados clientes del B.O.D. (Banco Occidental de Descuento, el banco de Vargas en Venezuela, también intervenido en septiembre de 2019 por la Superintendencia Nacional)- que hicieran colocaciones en dólares. Se trataba de un continuo esfuerzo por parte de Vargas y su equipo por rellenar un hueco en sus balances que arrastraron por años, esfuerzo que terminó por parecerse a un esquema piramidal. Como consecuencia, al momento de venirse abajo, en los archivos del banco y en el dinero que se evaporó quedaron atrapados los fondos de muchos inversionistas venezolanos que nunca lograron redimir sus CD (certificados de depósitos), o apenas lo hicieron a medias.

En cualquier caso, el derrumbe ha abierto una rendija para conocer las entrañas de un circuito financiero que se infló como una pompa de jabón a lo largo del período revolucionario en Venezuela, tanto, que algunos medios, sobre todo españoles, no dudaron en apodar a Vargas como el banquero de Chávez.

En el propio informe del Banco Central de Curazao y San Martín donde el ente regulador justifica la clausura del negocio, se hace referencia a una cuenta bancaria que recibió un trato preferencial e irregular del Banco del Orinoco: “El Banco [Central de Curazao, N. de R.] considera que la transferencia procesada desde Hanson Holland 2 B.V. a Esvenca para abrir varios depósitos a plazo es sospechosa (…) Aunque el Banco recibió una copia de la investigación de antecedentes realizada a Hanson Holland 2 B.V., el Banco estableció que esta evaluación se realizó después de que la Junta de Directores Supervisores de BDO [Banco del Orinoco N.V., N. de R.] aprobara la apertura de la cuenta bancaria “.

Sucede que esa mención, sumada a tres documentos que yacen en una notaría de Caracas y a los que Armando.info tuvo acceso recientemente, arrojan luz a posteriori sobre la relación de Víctor Vargas con un misterioso inversionista, presumiblemente, un hombre fuerte del régimen venezolano, y del intento frustrado en 2015 de ese inversionista por comprar Televén, el segundo canal privado de televisión del país.

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