Bolivianos rechazaron fosas en cementerio colapsado por temor a contagios

Bolivianos rechazaron fosas en cementerio colapsado por temor a contagios

Foto: EFE/ Jorge Ábrego /Archivo

 

Vecinos cercanos a un cementerio en la ciudad boliviana de Cochabamba bloquearon este viernes el paso al camposanto, en rechazo a que se abran más fosas y se amplíe el crematorio para fallecidos por la COVID-19, a pesar de su colapso que deriva en que familias vivan con los ataúdes en espera de poder enterrarlos o incinerarlos.

Un grupo de vecinos cerró el paso de vehículos con ramas de árboles y piedras, para protestar en la puerta del Cementerio General rechazando que se abran fosas de urgencia y que se amplíe el horno crematorio ante la alta demanda por el incremento de decesos por coronavirus, que derivó en un colapso del camposanto.





“Nosotros no vamos a permitir el crematorio ni fosas comunes, porque tenemos niños, mujeres embarazadas y adultos mayores”, argumentó una de las vecinas, que sostuvo que las personas aledañas al cementerio sienten dolor de cabeza, garganta y el olor que sale del crematorio es nauseabundo.

Por ello se niegan a aceptar la ampliación de las fosas y del crematorio, que es el único en la ciudad, y que lleguen más cuerpos infectados del coronavirus SARS-CoV-2.

La mujer, que no reveló su nombre, señaló que la solución es que las autoridades gestionen “un cementerio COVID-19” lejos de su barrio y así evitar que salga el humo del crematorio, que a su juicio los está enfermando.

SITUACIÓN CRÍTICA EN LA CIUDAD

La situación para enterrar o cremar a un fallecido en Cochabamba, una de las principales ciudades de Bolivia con más de 600.000 habitantes, es crítica y las familias deben esperar días con los ataúdes en sus casas.

Ante ese panorama, el secretario de Gobernabilidad de la Alcaldía, Edwin Paredes, se reunió con los manifestantes, ante los que sostuvo que las fosas y el crematorio estarán dentro del camposanto, “alejadas de las viviendas”, y se cumplen las medidas de bioseguridad.

“Apelamos a la población que un poco reflexione al respecto, nos da mucha pena que tengan que actuar de esta manera”, señaló.

En tanto, el ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, calificó como un “crimen” la protesta, al preguntarse “cómo es posible que la gente tenga muertos en sus casas” y pese a ello se bloquea el acceso al cementerio.

Murillo pidió a la Policía y a la Fiscalía que actúen, tras advertir de que detrás de las protestas están “algunos políticos”, que no especificó, en declaraciones a los medios tras un acto en la ciudad boliviana de El Alto.

Esta semana las funerarias salieron con sus coches fúnebres pidiendo más espacios para los entierros y que se habilite otro horno crematorio, por la cantidad de casos que requieren este servicio en Cochabamba.

Los trabajadores de ese cementerio se declararon en emergencia luego de la muerte de uno de sus compañeros, para pedir pruebas rápidas de la COVID-19.

Bolivia registró su récord diario de contagios, con 1.301, sumando 1.271 decesos y 35.528 casos confirmados de la enfermedad, según el último reporte oficial.

EFE