Un ciudadano de Guinea-Bissau, quien residió en Maracaibo, estado Zulia, contó su historia mientras vivió en el país, destacando el cariño que los venezolanos le ofrecen al migrante.
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Comentó que fue extraño el momento cuando recién llegado a Maracaibo le decían “negro” pero en sinónimo de cariño.
Ante esto, contó una anécdota con una señora y su hijo.
“Yo estaba sentado y una señora estaba jugando con su niño con un balón, la pelota se le escapó. La agarré y se la llevé al niño; la señora me miró con una sonrisa bellísima y me dijo: ‘gracias, mi negro’. Yo quedé confundido porque yo venía de una cultura donde decir ‘negro’ es un insulto”, reseñó.
Expresó que en su estadía tuvo varios sobrenombres.
“Tuve como 51.000 sobrenombres. Casi nada. Me decían: ‘chupeta de petróleo’, ‘zapato de policía’, ‘uña de mecánico’, un verguero”, comentó.
Destacó que sería necesario “estudiarla” por la simpatía de su gente.
“Hay que estudiarlo. No entiendo la parte sociológica y antropológica porque no tienen ese sentimiento tan bajo con el prójimo. A ellos no les importa y es peruano, africano, si es azul, como yo, o amarillo“, resaltó.