“Nicolasito”, el hijo de Maduro que pavimenta su poder con oro y coltán de sangre

«Nicolasito», hijo del presidente venezolano, en un acto de apoyo a las elecciones constituyentes

 

La celebración de su cumpleaños al cierre de junio de 2020 convirtiró al jefe de seguridad del municipio donde ocurrió en un preso político luego de hacer público, sin mencionarlo, que la escolta presidencial evitaba suspender la fiesta que ocurría violando la cuarentena estricta decretada por el mismo Ejecutivo.

Por Víctor Amaya / larazon.es





Su rostro cada vez gana más espacio en la señal televisiva estatal, VTV. Es la cara visible del movimiento de las juventudes del chavismo gobernante. Ha encabezado reuniones militares para planificar la distribución de gasolina en el país. Ha sido enviado especial a Corea del Norte para asistir a actos oficiales. Es miembro de la asamblea constituyente que impuso el régimen venezolano.

Se le señala de estar involucrado en no uno, sino en varios esquemas de millonaria corrupción. Y todo indica que será uno de los principales candidatos del oficialista partido PSUV a las elecciones parlamentarias que se han convocado para diciembre en Venezuela, calificadas como “farsa” por la oposición.

Él es Nicolás Ernesto Maduro Guerra, el hijo del gobernante Nicolás Maduro. El primogénito es producto de su primer matrimonio, aunque sus relaciones con la segunda mujer de su padre, la ruda Cilia Flores, son buenas: se les ha visto juntos junto a sus hermanastros Yoswal y Yosser Gavidia Flores, y otro amigo común, Mario Bonilla; un testaferro de la primera dama.

A sus 30 años replica gestos y modos de su padre, aunque solo le gusten las comunicaciones controladas, como las que ahora hace durante varias tardes en la cadena pública con su #MaduroGuerraLives, que replica los formatos visuales del podcast. Desde allí le habla a las juventudes partidistas, que lidera dentro del partido oficial.

Estudió Economía y la narrativa oficial ha afirmado que se tituló en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada (UNEFA), vinculada al Gobierno. Desde que su padre controla el poder ha tenido cargos de alto nivel asignados a dedo, como jefe del Cuerpo Especial de Inspectores de la Presidencia de la República, a sus 23 años, y luego coordinador de la Escuela Nacional de Cine.

Pero quizá el más oneroso es el manejo de minas de oro y coltán, por lo cual ya es llamado “el Rey” de esos minerales al sur del país. De hecho, el diputado Américo De Grazia le acusa de controlar el monopolio del coltán en el Arco Minero del Orinoco, extensa zona de reserva natural ahora explotada e invadida por mafias que el gobierno ha impulsado, con participación militar.

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