¿Cómo es el mundo ultrasecreto de la escuela de niñeras de la realeza británica?

¿Cómo es el mundo ultrasecreto de la escuela de niñeras de la realeza británica?

Foto: Norland College.

 

Tienen en sus manos la crianza, el cuidado, la seguridad y la educación de los posibles herederos al trono británico y de sus hermanitos, una responsabilidad tan grande que deben capacitarse profesionalmente durante cuatro años y de modo full time. Pero obtener el título de niñera en el Norland College no garantiza, en absoluto, un empleo en los Palacios de Buckingham o Kensington.

Por Infobae





Las postulantes deben pasar por rigurosos exámenes, incluso supervisados por la propia Reina Isabel, quien exige que sus nietos estén cuidados por las mejores manos cuando sus padres no pueden estar con ellos, debido a sus innumerables compromisos protocolares.

En los últimos años, la española María Teresa Turrión Borrallo se convirtió en la cara más famosa y visible de las niñeras de la realeza británica. Tras una rigurosa selección -que incluyó a postulantes de todas partes del mundo- el príncipe William y Kate Middleton la contrataron en 2014, cuando el príncipe George tenía apenas 8 meses. La niñera se ganó la confianza de la familia real: hoy cuida también a los dos hijos más pequeños de los duques de Cambridge: los príncipes Charlotte y Louis. Su salario mensual es de más de 10 mil dólares.

A pesar de que la relación de William y Kate con la palentina es perfecta, su elección no estuvo exenta de una gran polémica que incluyó a la Reina Isabel. Kate quería que su madre, Carole Middleton, fuera la niñera de sus hijos, pero a pesar de su insistencia, la monarca no lo permitió, ya que se trata de un empleo a tiempo completo y que requiere de muchísimos conocimientos específicos sobre los niños, su bienestar, su educación, su nutrición y, sobre todo, su seguridad. Todo ello, solo puede adquirirse estudiando en una escuela de niñeras, como Norland College.

Esta tradicional institución fue fundada en 1892, en la ciudad de Bath, Inglaterra, y se convirtió en la cuna de las “nannys” de la realeza, pero también, de las niñeras de los descendientes de muchas celebridades británicas, como Mick Jagger.

Las jóvenes que quieren seguir esa carrera son seleccionadas rigurosamente, a fin de comprobar si tienen habilidades y vocación para, en un futuro, desarrollar su trabajo con los pequeños herederos de las familias más importantes del mundo.

Escuela de niñeras: cómo es el mundo ultrasecreto de las “Mary Poppins” de la realeza británica.

 

Una vez seleccionadas, realizan un curso de 3 años y se les exige dedicación full time. Finalizada esa etapa, llega el momento de la práctica. Es decir que, al cuarto año, reciben una capacitación intensiva donde, por ejemplo, interactúan con “bebés robóticos” para familiarizarse con las necesidades de los pequeños, aprender todos los trucos a la hora de cambiarles los pañales y hasta conseguir calmar su llanto.

Incluso, estos “bebés robóticos”, las despiertan de madrugada para que aprendan a atenderlos debidamente. Además, deben capacitarse en protocolo, etiqueta y, a pesar que no hace falta que sepan cocinar -ya que de eso se encargan los chefs del palacio- deben aprender sobre alimentación infantil para armar los menúes de los niños, compuestos por comidas sanas y nutritivas. Las clases de costura son obligatorias. También, las de enfermería y primeros auxilios.

Las niñeras no tienen un horario laboral estipulado, aunque generalmente su día termina a las 20. Pero ello, según las necesidades que requieran los pequeños o los eventos a los que asista la Familia Real. Es por eso que viven dentro del Palacio y están “siempre listas” para correr detrás de los principitos. Son mujeres de perfil muy bajo, a las que no se les permite el uso de las redes sociales, ni tampoco hablar con la prensa.

Pero detrás de una mirada dulce y compasiva, se esconde una mujer firme y sumamente preparada ante cualquier situación, que pueda poner en peligro la integridad de los pequeños. Es por ello que también son capacitadas en entrenamiento militar y defensa personal, para protegerlos y escapar de situaciones violentas como posibles secuestros, atentados personales o ataques terroristas.

Las niñeras egresadas del Norland College, ubicado en la ciudad de Bath, Inglaterra.

 

También, reciben clases de manejo de automóviles de un nivel avanzado, donde aprenden a evitar una posible emboscada; se capacitan en estrategias de ciberseguridad para proteger las redes sociales de los menores, y asisten a clases de taekwondo, por si alguna persona intenta agredir a los niños. Demás está decir que, tanto la niñera como los pequeños, cuentan con custodia permanente pero se requiere que las empleadas puedan valerse por sí mismas en caso de que sea necesario.

La mayoría de las niñeras del Norland College son políglotas, como es el caso de María Teresa Turrión Borrallo, quien habla 6 idiomas. De ese modo, cada vez que viaja por el mundo junto a la Familia Real, puede hacerse entender perfectamente según el país que visite y solicitar todo lo que los niños necesiten para su bienestar.

Casi todas las niñeras que trabajaron con la Familia Real británica se recibieron de “nannys” en Norland, sobre todo aquellas que se desempeñan en los palacios de Buckingham y Kensington. Puertas adentro, visten de un modo más simple que cuando aparecen en público, con su característico sombrero marrón, vestido a la rodilla y sus infaltables guantes blancos.

Pero no todo son risas y juegos, las “nannys” no sólo ayudan a los pequeños con la tarea escolar, sino que también, ellas mismas deben calificar a los menores y enviar su libreta de comportamiento a los padres y a la reina Isabel II, quienes de ese modo se interiorizan acerca de sus avances.

Antes de ser elegidas por las Casas Reales, las niñeras pasan por múltiples exámenes, y por un riguroso análisis de sus antecedentes académicos, profesionales, laborales y personales. Otro punto fundamental es que la privacidad de la Familia Real esté asegurada. Por eso y para evitar que la intimidad del Palacio salga a la luz, firman rigurosos acuerdos de confidencialidad, que deben respetar por el resto de sus vidas, aunque la relación laboral haya terminado.

Si bien estamos acostumbrados a ver exclusivamente a mujeres al cuidado de los niños de la realeza, en un futuro muy cercano, también serán los hombres los que ocupen ese rol, ya que en la actualidad esta escuela cuenta con varios alumnos.

Los niñeros del Norland College, que se preparan para cuidar a los principitos británicos o a los hijos de las celebridades. Foto: Norland College.

 

Por su gran capacidad y profesionalismo, María Teresa Turrión Borrallo se convirtió en una de las niñeras más famosas del mundo y fue retratada en innumerables ocasiones junto a los tres hijos de William y Kate, con quien conforma un triángulo muy eficaz para la educación y el cuidado de los príncipes. Pero no todas las elecciones fueron acertadas, como en el caso del príncipe Harry y de Meghan Markle.

A pesar de la corta edad de su hijo, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, los duques de Sussex ya cambiaron dos veces de niñera porque Meghan es muy exigente. La primera fue descartada por su “poco profesionalismo”, mientras que la segunda no soportó las exigencias de la ex actriz y renunció a los 15 días. Su salario era aún mayor que el habitual para ese trabajo: 6.700 dólares mensuales, que no consiguieron retenerla en el Palacio.

Dicen que la tercera es la vencida: Meghan asegura que su niñera actual “es un regalo del cielo” y aseguró sentirse bendecida por haberla encontrado. A los pocos días de contratarla, la mujer acompañó a los duques de Sussex durante el tiempo que pasaron en la mansión de Elton John: todos quedaron encantados con su profesionalismo y su calidad humana.

En su niñez y tras la muerte de Lady Di, la niñera de los hijos del príncipe Carlos tomó un rol fundamental en su crianza y contención. Lady Di quería ocuparse permanentemente de sus hijos y se negaba a que tuvieran una “nanny”, pero la voluntad de su esposo terminó por imponerse. Sin embargo, el vínculo terminó siendo tan profundo y afectivo que, muchos años después de que Olga Powell hubiera cesado en sus funciones, William seguía visitándola y hasta asistió a su funeral, donde se lo vio muy conmovido por la muerte de la mujer de 82 años.

También, Sarah Ferguson, duquesa de York, y la princesa Ana de Inglaterra contrataron a las niñeras de sus hijos entre las jóvenes graduadas del Norland College.

La relación que los niños pueden desarrollar con sus niñeras puede ser tan fuerte que hasta el príncipe Harry quiso que su ex “nanny”, Tiggy Legge-Bourke, conociera a Meghan Markle antes de su boda. Se trata de la mujer que estaba cuidándolo en Londres, la noche en la que su madre perdió la vida en un trágico accidente automovilístico, en París.

Quizás la más célebre de todas las “nannys” haya sido Marion Crawford, quien fue la icónica niñera de la Reina Isabel y de su hermana, la princesa Margarita, quienes cariñosamente la llamaban Crawfie. Fue contratada por la Reina Madre en 1933 y acompañó a las niñas hasta que la monarca se casó con Felipe de Edimburgo.

Tal era la dedicación y el cariño que Marion había desarrollado con ambas, que postergó su propio casamiento hasta que finalizó su relación laboral. No obstante, una vez que se alejó del Palacio, la niñera aseguró que jamás pudo volver a tener contacto con la Reina Isabel.