Pacientes oncológicos en Venezuela requieren 700 dólares para cumplir ciclos de quimioterapias

Pacientes oncológicos en Venezuela requieren 700 dólares para cumplir ciclos de quimioterapias

EFE/ Rayner Peña

 

Pacientes oncológicos cada vez se las ven más cuesta arriba el poder costear y continuar con sus ciclos de quimioterapias por el alto costo de los medicamentos que son importados y la atención médica que se le suma por su aplicación.

Por Lorena Rojas | LA PRENSA de Lara





Al menos unos 700 dólares, que en bolívares serían aproximadamente Bs. 154 millones tienen que buscar los familiares y pacientes para cumplir con el ciclo completo de quimioterapias, el cual puede ir de 6 a 8 sesiones, dependiendo de su condición de salud.

Gladys Rojas, quien se encontraba en la Sociedad Anticancerosa, comentó que costearle el tratamiento a su familiar ha sido muy difícil, pues han tenido que buscar donde sea para poder cumplir con sus sesiones de quimioterapia, además de cuidar de su alimentación.

“Antes íbamos a Colombia y nosotros mismos buscábamos las ampollas para la quimioterapia, así nos salía más económico, pero ahora la tenemos que comprar aquí y los precios varían, dependiendo del vendedor”, detalló. La dama aseguró que para cumplir cada ciclo debe tener al menos unos 100 dólares.

Al costo de la ampolla se le suma su aplicación y la atención médica que actualmente en la Sociedad Anticancerosa oscila entre los Bs. 4 millones 150 mil, precio que varía cada 21 días, según informaron familiares.

“Cada 21 días tenemos que venir y es un precio nuevo la aplicación y la atención médica”, comentó Yelimar Montilla, quien se encontraba en la sala de espera.

Rebuscan

Familiares destacaron que pese a la pandemia no dejan de esforzarse y realizan “sopazos” los domingos o “minivendimias” para obtener algo de ingresos.

Pero este mismo resuelve no lo tienen todos. Josefina Gutiérrez, quien está en la fase de consulta, comentó que su hijo es quien cubre todos sus gastos y hasta ha dejado de comprar ciertas prioridades en su hogar para seguir con el tratamiento.

“Tenemos que elegir qué comprar y priorizar, esta es una enfermedad muy costosa”, exclamó Gutiérrez con tristeza.