El Cmdnna en Iribarren está en alerta, pues los casos de violación a los derechos de niños y adolescentes se han incrementado durante la cuarentena por madres que amparadas en la orden del confinamiento, impiden que sus hijos y padre (separados porque mamá y papá no viven juntos) puedan verse o compartir, según lo establece la ley.
Publicado Originalmente por Lorena Rojas en La Prensa de Lara
Winston Rodríguez, jefe de personal del Cmdnna en Iribarren, explica que la mayoría de los casos se registran porque la madre en su instinto protector no quiere que su hijo salga del confinamiento ni siquiera para ver a su padre, lo que calificó como una flagrante violación a los derechos tanto del niño como del papá y los cuales están establecidos en el artículo 27 de la Lopnna.
“Se han incrementado los casos de violación de derechos colectivos cuyas denuncias son recibidas en este despacho. Los involucrados son citados y hay una mediación entre los padres para evitar que se siga violando el derecho del niño“, explicó Rodríguez.
Otro de los casos que se reportan con agudo incremento durante la cuarentena está vinculado al maltrato infantil por parte de padres que registran altos niveles de estrés y drenan con los niños que desconocen la situación psicológica y sentimental que atraviesan los adultos.
Niños a los que les halan las orejas, les dan pellizcos, los insultan con groserías e incluso les dan los llamados “lepes”, son algunos de los casos más comunes que manejan las autoridades. Estos niños son víctimas de madres y padres que no tienen la pedagogía para explicar a sus hijos las tareas que vía online reciben de sus maestras y ante la incapacidad de hacerse entender y que el niño cumpla con las asignaciones, pierden la paciencia y con ello el control y arremeten contra el infante.
También se denuncian maltratos por parte de madres que se estresan porque los niños pasan el día en casa sin actividades recreativas, sin escuela y sin poder salir, cuyas travesuras, propias de los infantes, rompen con la paciencia de los adultos.
Rodríguez comenta que la crisis económica y alimentaria que atraviesa el país es otro factor que contribuye en la violencia infantil. Revela que hay casos de familias que no tienen comida en su casa para cumplir con desayuno, almuerzo o cena, pero es una realidad que los niños desconocen y que en su inocencia advierten a su madre que sienten hambre. Muchas de esas mujeres no saben cómo manejar la situación y el maltrato aparece como una vía de escape.
La abogada Eileen Araujo señala que el nivel educativo de los padres influye mucho en saber cómo manejar la situación, pero advierte que bajo ninguna circunstancia está justificado el maltrato infantil.
“Culturalmente se está acostumbrado a que es normal un grito, un correazo o tirón de orejas, pero la mayoría de padres desconoce el daño sicológico que le ocasionan a sus hijos, aún cuando son adolescentes, porque ellos se sienten humillados y rechazados y eso genera depresión, ansiedad y agresividad“, apunta la especialista.
Araujo aclara que todo tipo de maltrato infantil está tipificado en la ley que establece sanciones que van desde la suspensión de la guarda y custodia hasta la privación de la patria potestad en el área civil. Pero en el área penal los padres pueden enfrentar penas hasta de cinco años de prisión, dependiendo del tipo de maltrato.
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