El trueque reaparece como una forma de sobrevivir en Venezuela durante la pandemia

Imágenes: Tibisay Romero

 

 

Nada es igual desde que comenzó la cuarentena por la pandemia ocasionada por la covid-19. Las rutinas cambiaron y eso lo comprenden bien aquellos que viven del día a día para llevar el sustento a sus casas. También han regresado modalidades económicas del pasado, como el trueque.





Publicado originalmente por Tibisay Romero en EL ESTÍMULO

En medio de la crisis económica que se vive en Venezuela, y que se acentúa con la prolongada cuarentena que ya dura más de cuatro meses, algunas personas volvieron al trueque para garantizar el alimento en sus hogares. El ingenio florece. Todo sea para ganarle la batalla al hambre.

En el área metropolitana de Valencia, estado Carabobo, al centro norte de Venezuela, hay quienes han ideado una forma para sortear la estrechez. Claro que depende de ciertas condiciones como las climáticas porque la lluvia a veces estropea el plan de la jornada.

Es el caso de Raúl Pérez Brizuela, de 50 años, quien viaja a diario desde la población agrícola de Güigüe, en Carabobo, hasta Valencia cargando dos baldes: uno de aguacates y otro de plátanos. Junto a un amigo recorren varias zonas residenciales de Valencia ofreciendo sus productos a cambio de comida. Acepta paquetes de harina de maíz, harina de trigo, arroz, café o cualquier otro alimento que sirva para nutrir a su familia.

Raúl camina pregonando: “Aguacates para la ensalada, plátanos para las tajadas…”. Entonces, desde los balcones de los edificios, los vecinos le silban para que espere a que bajen a efectuar el trueque.

“Siempre llegan personas con harina para hacer arepas, con arroz o lentejas. A veces hay quien baja con un dólar en efectivo. Entonces les damos tres plátanos o dos aguacates. La idea es distribuir y cambiar todo por comida. Con eso pagamos a quien nos fió los aguacates porque los plátanos sí los compramos”, narra Pérez Brizuela, en una calle de la urbanización Valles de Camoruco, en Valencia, por donde suele pasar.

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