¡SUSTO! La mansión de Madame LaLaurie, la casa más embrujada de Estados Unidos

 

La mansión LaLaurie es un edificio icónico de la ciudad de Nueva Orleans, en el estado de Louisiana, al sur de Estados Unidos. Se trata de una construcción rectangular con fachada barroca y balcones de hierro forjado. Se encuentra en la esquina de Royal Street y Governor Nicholls, en el barrio francés, la mansión destaca por su tamaño y estilo, aunque sea parecida a las casas contiguas. Probablemente sea por la tensión y leyendas que existen alrededor de su figura, no por nada ha sido nombrada como la “casa más embrujada de Estados Unidos”.





Por: Cultura Colectiva

La maldición de la mansión LaLaurie
La leyenda de la mansión LaLaurie comenzó en el año de 1832, cuando Marie Delphine MacCarthy Blanque LaLaurie compró el terreno ubicada en el número 1140 Royal Street y allí mismo construyó una mansión de tres pisos. La casa rápidamente ganó una reputación como una de las casas más grandes en el barrio francés de la ciudad, su detallada fachada y sus balcones de hierro forjado eran admirados por los vecinos del lugar.

La mansión incluía habitaciones de esclavos, pero se sabía que a puerta cerrada Madame LaLaurie era muy cruel con ellos. Uno de los vecinos aseguró haber visto a una niña esclava de ocho años caerse del balcón de la mansión mientras huía del látigo de la Madame. También se decía que el cocinero de la casa estaba encadenado a la estufa de la cocina. Solían castigar a los esclavos en el desván, donde los torturaban y escondían por periodos indefinidos de tiempo, a los que morían los enterraban en la propia casa.

 

 

En 1834, se produjo un incendio desde la cocina de la mansión LaLaurie. Cuando los residentes del área se apresuraron a la escena para ayudar, intentaron derribar las puertas de los cuartos de esclavos después de que Madame LaLaurie se negó a proporcionar la llave. En el interior, encontraron siete esclavos mutilados que habían estado encarcelados en la casa durante bastante tiempo, era obvio que estas personas recibían un trato mucho peor que al que estaban acostumbrados los esclavos de ese tiempo. Cuando se difundió la noticia de cómo Madame LaLaurie había tratado a sus esclavos, una multitud irrumpió en la mansión y destruyó todo lo que había dentro. Madame LaLaurie huyó de la ciudad a París, donde vivió el resto de su vida.

Esa es la historia a voces que se sabe de esta mansión, con este contexto se justifican los misteriosos acontecimientos que ocurren actualmente en la morada. Mucha gente cree que los fantasmas de los antiguos esclavos están causando la mayoría de las apariciones paranormales. A finales de la década de 2000, la casa fue propiedad por un corto tiempo del actor Nicholas Cage, quien la restauró.

Los fantasmas de la mansión LaLaurie
La Mansión LaLaurie es una de las paradas más populares en los recorridos turísticos de Nueva Orleans. Su popularidad ha crecido los últimos años gracias a la referencia que se hizo en la popular serie de televisión: American Horror Story.

Durante casi 200 años, ha habido informes de actividad paranormal provenientes de esta casa. No debería sorprender que muchos fantasmas se atribuyan a los esclavos que Madame LaLaurie tenía en la propiedad. Hay informes de gemidos provenientes de esa habitación y pasos solitarios resuenan en la casa con regularidad. Además de que muchas personas que se han parado cerca de la casa

han reportado una fuerte energía negativa.

 

 

Pero estos hechos no sólo se atribuyen a la malvada Madame LaLaurie, en 1894 un inquilino que vivía en la Mansión LaLaurie (en ese entonces adaptada como edificio de apartamentos) fue brutalmente asesinado en su habitación. La policía asumió que fue víctima de un robo, a pesar de que no había nada de valor en el apartamento. Cuando se hizo la investigación acerca de este crimen, uno de los amigos de la víctima afirmó que el hombre le dijo que había un demonio en esa casa que no iba a descansar hasta que se encontrara con su fin. Esto es lo que cuentan los guías turísticos de Nueva Orleans.

Después, durante una breve temporada a finales del siglo XIX, alguien supuso que era un buena idea que la Mansión LaLaurie fuese la sede de una escuela primaria de niñas africanas. En poco tiempo, salieron a la luz informes de agresiones físicas, las alumnas presentaban inexplicables y repentinos ataques muy violentos de ira.