Abogados tachirenses sobreviven gracias al comercio informal durante la pandemia

Abogados tachirenses sobreviven gracias al comercio informal durante la pandemia

La Prensa de Táchira

 

 

La crisis por la pandemia del Covid-19 arropó a todas las profesiones por igual, y los abogados nos escaparon de ello, quienes tuvieron que acudir al comercio informal para poder sobrevivir en una crisis por la supervivencia en un país que venía azotado por un declive económico que solo se agudizó por las políticas que se venían implementado.

Maryerlin Villanueva || La Prensa de Táchira 

Una muestra de ello es, el jurista Jairo Pernía, quien se ha dedicado a la defensa privada luego de trabajar varios años al Tribunal Superior de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en el estado Táchira.

Al paralizar sus actividades, Pernia optó por vender mascarillas N95, para así generar ingresos para los gastos de su hogar.

Tampoco contaba con que la cuarentena se alargaría tanto, al considerar que solo se trataría de varios meses los efectos del virus.

“Tenía unos ahorros, y fui gastando poco a poco, pero cuando vi que no íbamos a volver a trabajar me tocó ponerme a pensar qué iba hacer” dijo.

Y fue justo allí donde vio la venta de tapabocas como una opción, que hasta ahora, le ha funcionado, pues muchas personas optar por comprarlas al tener mayor eficacia para evitar el contagio.

“Lo peor es que no se sabe aún cuando va pasar esto y eso me preocupa” dijo.

Al igual que Pernía está el abogado Rafael Cáceres, quien vende víveres en su vivienda y presta delivery cuando cuenta con combustible en su vehículo.

“Me tocó ponerme hacer esto porque con los tribunales paralizados es muy difícil poder trabajar, ya que luego de la flagrancia la causa queda paralizada, y se desconoce hasta cuándo” dijo.

Aunque la venta de comida colombiana no es un negocio de mucha rentabilidad, apuesta por este ingreso que le permite “equilibrar” sus gastos.

Espera que pronto pase la pandemia ya que extraña ejercer y poder cumplir con sus servicios a los clientes.

La coordinadora regional del Observatorio Venezolano de Prisiones capitulo Táchira indicó que los primeros meses se ayudó con unos ahorros con los que contaba y unos casos que tenía pendiente.

Sin embargo, por ser defensora de los derechos humanos, ha contado con trabajo en lo que va de pandemia.

Resaltó que a través de los grupos de WhatsApp se volvió común ver a sus colegas con venta de comida, entre ellos, perros, hamburguesas, tortas, pasteles y otros.

No creo que vuelvan

Una abogada que trabaja para el Tribunal Supremo de Justicia y quien prefirió no dar su nombre, precisó que es poco el salario que percibe, por lo cual “me toca ayudarme con mis papás”.

Indicó que muchos de sus compañeros migraron a otras actividades, y que al volverse más rentable, duda que vuelvan a sus puestos de trabajo cuando finalice la pandemia.

“En la empresa pública es poco lo que se gana y muchos vieron en la venta de comida, ropa o cosas por catálogo más rentabilidad que trabajar para el Estado” dijo.

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