El indulto ofende… al ciudadano y a la ciudadanía, por José Machillanda

El indulto ofende… al ciudadano y a la ciudadanía, por José Machillanda

 

El indulto es el desacierto extremo del chavismo-madurismo como una treta politiquera, que sirve como maniobra de distracción al ya fracasado 6D. 6D que toda la Venezuela democrática comprende como una farsa electoral. Léase, una mayor comedia que, junto a los compraos y débiles mentales de la mesita, para llamar a votar. Es toda una pieza cómica de politiquería y vergüenza de una tiranía que tiene contada su estada como régimen. La ciudadanía -esa que irrespeta, maltrata e intenta engañar al socialismo militarista- tiene que tener claro que desde el 2017 el colaboracionismo le robó el Referéndum Revocatorio y en enero de 2018 se impuso el Estado polémico con el Plan Zamora y el Plan Zamora II. Los venezolanos saben que no tienen gobierno, lo que funciona y opera es una Morisqueta Militarista.





Por José Machillanda

El régimen militarista puede escribirlo ya, el 6D con su farsa y todos los arreglos previos no será atendido por los ciudadanos como parte del sistema electoral y su ley, que garantiza la expresión de la voluntad popular. El ciudadano que se ha pretendido engañar de nuevo y orillarlo en su participación, tiene presente lo que significa la participación popular, tiene presente la altanera conducta de abuso y absurdo del régimen al pretender desconocer a los partidos políticos que representan la voluntad ciudadana en el hecho del voto. Este régimen, torpe y primitivo, goza de escasa memoria y no entiende que la democracia sólo es posible mediante el voto, pero ese voto tiene que estar amarrado al principio republicano que conduce el Estado como parte de la democracia asociativa, que se crea mediante la decisión política, del hombre y la mujer que no se venden y, mucho menos, se asustan frente a la maldad liquida que enseñan los cubanos.

La mayoría de los ciudadanos venezolanos están en cuenta que hoy en Venezuela ocurre en forma subterránea unas negociaciones, como ciudadanos desprecia lo que pudieran estar acordando quienes subestiman la ciudadanía que enorgullece la venezolanidad. Ese ciudadano cree en la civilidad, le emociona la política y desprecia el conflicto fatuo, permanente y personalista que intenta crear este madurismo en retirada. La ciudadanía está asqueada del militarismo obsecuente, por cuanto aunque ellos gobiernos adulantes, compraos y adláteres se entiendan como un Estado Cuartel y su imaginario violento. Los venezolanos demócratas, ciudadanos, creemos en la ciencia, en el orden y la paz. Cuando se acercan al plan de machete y a las bocas de fuego son un asco para la ciudadanía.

Los demócratas venezolanos, ese 87% diferente a los compraos y a los corruptos que ya se conocen, no están dispuestos a entender el indulto, sino que saben que es una maniobra hartera. Una tramposa acción que le permite soñar con una posible relegitimación, que no habrá. El indulto hará que crezca la oposición política y la civilidad junto a una acción comunitaria, donde la ética, el don de vivir y actuar decentemente crean la diferencia con respecto a estos improvisados y farsantes. La oposición política democrática quiere y exige, como corresponde democráticamente, el retorno a la comunidad venezolana que nace del barrio, donde el espacio, tiempo y grupo potencia la deliberación política, se evalúa si están dispuestos alcanzar el poder político para gobernar porque este gobierno no ha satisfecho por incapaz las demandas prescritas y las demandas pospuestas de los venezolanos. Ese régimen farsante tiene 20 años arruinando al ciudadano venezolano.

Arruinando al ciudadano, como lo muestra el hambre generalizada, la angustia creciente y la miseria exponencial, causas de la diáspora. Por lo tanto, la ciudadanía rechaza al régimen. No tienen razones ni se detiene en interpretar el indulto junto con la farsa del 6D, por cuanto el indulto es una trampa vulgar y fatua, que será razón para que crezca el rechazo y el desprecio por un madurismo militarista y el bojote de compraos totalmente identificados. Ya la ciudadanía de la nación venezolana tiene un concepto elaborado de la nación política, evalúa a su liderazgo, usa operadores políticos, está convencida que la república desarrolla un Movimiento Político de Renacimiento Nacional, bien distante de la desgracia militarista, primitiva que todavía se ancla en el ejército como agente de cambio social.

La ciudadanía está en cuenta que es parte del Estado un estamento militar cuya función es la defensa del Estado. Estamento del Estado que desde 1962 hasta 1976 derrotó política y militarmente al comunismo castro cubano, haciéndole firmar en 1976 a la guerrilla la paz. La ciudadanía rechaza hoy al Estado Cuartel y a su divertido indulto, indulto político de un régimen que no ha podido ni elaborar ni reelaborar un proyecto de gobierno donde se practique la política. Política democrática, y nación política democrática flexible, con límites, con partidos políticos, con un liderazgo que de la cara pero sobretodo un líder donde la ética y la Constitución como súper ley, permitan vivir en paz y en desarrollo social.

La ciudadanía, los ciudadanos 87% demócratas saben para qué sirven los indultos y está atenta para fortalecerse y ser mayormente exigente a las tretas de un régimen senil y fracturado. Régimen que se quedó en una maniobra ridícula, de la cual todos en Venezuela se han burlado. Al verificar la torpeza y desespero de quien se imagina que puede engañarse y soñar con una nueva relegitimación. La ciudadanía de Venezuela hambreada y ofendida, pero digna y valiente, tiene claro que hay que acudir a la política. A la política con la cabeza, jamás con otras partes del cuerpo, porque para la tiranía militarista podrán o no creerlo. Se le recuerda que Venezuela es una nación Estado, que se entiende con una historia y sus resultados. Y el resultado del régimen y su indulto ya se conocen. Se conoce por su arbitrariedad, violaciones, cinismo y corrupción. En consecuencia, cualquier acción política tiene que nacer de la democracia, basada en la teoría y el conocimiento, de la cual la tiranía esta muy distante, casi en una completa y vulgar ignorancia.

Es auténtico,

Dr. José Machillanda
Director de CSB-CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas ,01 de septiembre de 2020