En busca de un equilibrio entre su trabajo y la familia: Ricky Martin insiste en llevar a su hijos a las giras 

En busca de un equilibrio entre su trabajo y la familia: Ricky Martin insiste en llevar a su hijos a las giras 

Hay muchas que piensan que llevar los hijos al trabajo no es buena idea; pero Ricky Martin difiere de esto, por lo que se defendió de quienes alegan que no debería llevar a sus pequeños a las giras.

El intérprete insistió en que se trata de un equilibrio entre su carrera y su vida familiar. El cantante de 48 años comparte a los gemelos Matteo y Valentino de 12 años, a Lucia, de casi dos años y Renn de un año con su esposo Jwan Yosef.





Con información de El Farandi

En una entrevista con la revista Rolling Stone, se le preguntó a Ricky cómo se las arregla como padre y veterano de la industria de la música, y él respondió: “La gente me dice: ‘Dios mío, lleva a sus hijos a todas partes. ¿No necesitan ¿estabilidad?’ Y yo les digo: ‘Sí, por supuesto’. Nacieron en la carretera. Yo soy su estabilidad”, señala.

“Cuando no estoy, es cuando se sienten inestables. A lo que están acostumbrados es a despertarse después del concierto, nos subimos al autobús, nos despertamos en la siguiente ciudad… Ahora que estamos aquí en cuarentena, mi rutina es, desde la sala de estar vamos a tomar una ducha, luego nos ponemos los pijamas. Bebemos leche, cantamos una canción y nos vamos a la cama. Tienen una rutina, están agradecidos. Y mientras yo esté cerca”, afirma.

Ricky se encuentra actualmente encerrado con sus hijos, esposo y su madre, y admitió que las restricciones son ‘muy estrictas’ debido a la edad de sus padres.

Sin embargo, es muy consciente de que lo tiene fácil en comparación con muchos otros.

“Tengo una casa muy ruidosa, en el sentido de que tengo hijos”, sonrió. “Estamos bajo una estricta cuarentena porque mi mamá está aquí. Es muy severo, creo que esa es la única forma en que podemos evitar que esto haga más daño. Pero tengo mucha suerte. Estoy en una casa cómoda donde mis hijos pueden jugar… Siempre que tu cabeza va en la dirección equivocada, solo miras a tus hijos, a tu esposo, a tu madre, y (piensas), ‘Tenemos que ponernos bien’”, señala.