La oscura obsesión de Jeffrey Epstein con la princesa Magdalena de Suecia

Jeffrey Epstein y su oscura obsesión con la princesa Magdalena de Suecia. | Foto: Infobae

 

Tras el escándalo ocurrido por la grave acusación, detención y posterior muerte en prisión, el libro escrito por el periodista Ian Halperin, “Sex, Lies and Dirty Money By The World’s Powerful Elit” (“Sexo, mentiras y dinero sucio de la poderosa élite del mundo”) revela la obsesión que tenía Jeffrey Epstein por la princesa Magdalena, de 38 años, hija menor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia.

Por infobae





El magnate estadounidense se encontraba detenido en Nueva York, a la espera de ser juzgado por tráfico sexual de menores -una acusación gravísima que salpicó al príncipe Andrés luego de que este fuera acusado del mismo delito por la entonces menor de edad, Virginia Giuffre- cuando apareció muerto en su celda.

Según se revela en las páginas de ese libro, el pedófilo estadounidense -a quien encontraron muerto el 10 de agosto de 2019 en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Nueva York- la habría conocido en un evento social, al que la princesa llegó acompañada por su madre. En ese momento, Magdalena acababa de romper su noviazgo con Jonas Bergström, y Epstein puso sus ojos sobre ella, desarrollando una gran obsesión por intentar conquistarla.

El trato con la realeza y el jet set internacional era moneda corriente para el magnate fallecido, quien se encontraba muy bien vinculado gracias a su poderoso status social y económico. Así fue como después de ese supuesto primer encuentro con la princesa, que ocurrió cuando ella vivía en Nueva York, Epstein habría quedado fascinado con Magdalena, al punto de haberle dicho a sus allegados que era la “royal más sexy del mundo”.

Sin embargo, no se hallaron registros de que ambos hayan coincidido alguna vez en un evento social. Además, la Casa Real de Suecia no ha salido a manifestarse al respecto, tras la versión que echó a correr el autor del libro.

Gracias a su ex novia, Ghislaine Maxwell -proveniente de una poderosa y aristocrática familia británica, actualmente detenida y a la espera de ser condenada por haber facilitado, e incluso participado, de esos encuentros sexuales con menores- Jeffrey Epstein estaba habituado a relacionarse tanto con los miembros de la realeza, como con los hombres más poderosos del mundo.

En su lista de amigos y conocidos, se encontraban nada menos que el ya mencionado príncipe Andrés de Inglaterra; el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump; el ex presidente de ese país, Bill Clinton; el ex primer ministro de Israel, Ehud Barak; y hasta Lex Werner, el multimillonario empresario detrás de Victoria’s Secret, considerado una pieza clave en el gran ascenso económico y social del pedófilo fallecido el año pasado.

Lo cierto es que la princesa y el magnate acusado de pedófilo no se habrían visto nunca, pero el nombre de Magdalena figura en el libro y eso la coloca en el foco de los medios. Magdalena no es la única que figura en esa portada, allí también están casi todos los Windsor y el príncipe Alberto de Mónaco. Quien quedó fuera de esa lista es Mette Marit, princesa de Noruega, quien mantuvo reuniones con Epstein entre 2011 y 2013, en Oslo y Nueva York, y pedió perdón por las mismas cuando se desató el escándalo: “Nunca me hubiera relacionado con el señor Epstein si hubiese sabido la gravedad de los crímenes que cometió”, dijo en diciembre de 2019.

En cuanto a Magdalena de Suecia, se encuentra felizmente casa con el millonario Chris O’Neill, tienen tres hijos -Leonor, Nicolás y Adriana de Suecia- y aseguran que su sueño es formar una familia de seis, muy lejos de los escándalos que ahora la relacionan con el oscuro magnate.