El Magisterio venezolano y la dignidad del futuro: ¡estamos con ustedes! Por @nancyarellano

El Magisterio venezolano y la dignidad del futuro: ¡estamos con ustedes! Por @nancyarellano

 

Cuando se habla de educación siempre se señala la importancia de los docentes. Desde niños nos hicieron aprendernos los pensamientos del libertador, Simón Bolívar “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades” ¡qué ironía que una revolución “bolivariana” (obvio que no lo es) sea la que más haya maltratado a nuestros maestros! Tan así, que el hoy ministro de educación; quien viniese de las filas del sindicato docente sea quien pretenda acallar las voces del reclamo. Los maestros venezolanos merecen un sueldo digno y un contrato colectivo que les aporte para vivir como docentes; ser capaces no sólo de satisfacer sus necesidades y de su familia, sino poder seguirse formando para seguir formando al país.





Nunca en nuestra historia los docentes han estado tan mala pagados y reconocidos. Los colegios y liceos en un estado inconcebible y la deserción escolar por las nubes. Hoy se calcula que más del 54% de los estudiantes han dejado el aula y no es por el Coronavirus; esta es una cifra que antecede a la pandemia y que sucede al régimen que tiene a Venezuela secuestrara del futuro promisorio que merecemos. Dejan el aula porque no hay luz, porque no hay desayuno, porque no hay libros o porque los maestros no pueden llegar al aula porque no hay gasolina.

Aquí se han olvidado que por mucho menos, en países con democracia, los dirigentes se apartan del poder. El pueblo, en su mayoría, y de eso se trata la democracia, no quiere a Maduro y Compañía; no reconoce la elección es de 2018 y no acepta el sistema inconstitucional, sanguinario e irresponsable que han instaurado.

Los docentes han sido víctimas en todos los sentidos posibles; desde la destrucción del salario y sistema educativo, pasando por los perversos cambios en la curricula académica, la eliminación de las humanidades en el bachillerato o las medidas de mediocridad con la obligación de aprobar al 80% de la clase o deben repetirse eternamente los exámenes. Esto sin detallar la reescritura de la historia o la ideologización en los contenidos. Es un desastre sin precedentes pero no sin consecuencias. Por ese este paro está más que justificado, es una voz genuina y coherente; un reclamo de justicia que debe escucharse y atenderse. Es la voz de nuestro mañana que hoy reclama ser respetado. Es la voz de conciencia más importante de la sociedad venezolana. Sin educación no hay nada.

Hoy todos los venezolanos del mundo nos solidarizamos con nuestros maestros. Hoy quienes somos producto del esfuerzo de esos hombres y mujeres que se esforzaron en darnos criterio, cultura y enseñarnos herramientas para valernos en el mundo queremos usarlas para defender la dignidad del magisterio. Desde el exterior, frente al paro nacional del magisterio, tenemos solo la palabra, y la usamos para decirles ¡estamos con ustedes!

Nancy H Arellano Suárez