Américo De Grazia: Ciudadanos si, cortesanos no

Américo De Grazia: Ciudadanos si, cortesanos no

Venezuela sufrió una acción de ingenería social en reversa, diseñada en el laboratorio de control humano más perverso de América, ubicado en la Cuba de los Castro. Tarea desarrollada con meticulosidad a lo largo de los últimos 22 años con el arribo de Chavez al poder.

Los elementos incorporados socialmente son múltiples y variables. Pudiéramos repertoriarlos en los campos económico, político, social, laboral, militar y comunicacional.

El régimen nos escamotea la realidad, tal como lo hace con la gasolina, el agua o el gas, imponiendo sus mentiras y haciendo que estas sobrevivan inculpando a otros de la tragedia que ha provocado en el ejercicio criminal del poder.





Nos pone a repetir sus mentiras, como si fuesen nuestras verdades. De modo que la lucha de los venezolanos no se acaba ni depende de quién termine ocupando la Casa Blanca el 3N, ni de los resultados del fraude del 6D, ni de la directiva de la AN que se “formalice” el próximo 5E. Ese es el relato del Narco Madurismo y estamos obligados a desafiarlo

Desafiarlos los desconcierta, los desarticula y los divide, mientras que nuestra timidez nos debilita de la misma manera que los nutre. Una máxima que debemos tener presente es no prestarnos nunca para el apocamiento colectivo.

Se hace necesario la construcción de una infraestructura social que nos permita articular todas las protestas que se desarrollan en el país, suficientemente motivadas. Que estas no se dejen infiltrar por la hordas violentas que “justifiquen” la represión y la violación de los DDHH. Nos corresponde reconocernos desde el rol de cada cual. Los partidos a los ciudadanos y a la sociedad civil activa y estos a los partidos. No tengo la menor duda de que ante este paradigma, la responsabilidad mayor recae en los partidos, quienes debemos enmendar nuestra conducta ante los ciudadanos. Este no es el momento de la franela ni las banderas del partido; sino del país. Los partidos no creen en la fuerza ciudadana sino como muleta de sus respectivas toldas o siglas, pecando entonces al desalentarla, desestimarla o invisibilizarla.

Los partidos, al no salir de su zona de confort, se recrean en el “eventismo”, bajo la promesa mágica de convertir el evento en hito épico, sin percatarse que siempre esa “hazaña” épica, termina en hípica, al apostarle a la suerte y no a la organización.

La caracterización correcta del régimen, la anticipación de eventos, la construcción de escenarios, la organización de la ciudadanía activa con autonomía de funciones, la construcción de una estructura de unidad nacional, con características inclusivas, de carácter estratégico, que trascienda a la sopa de letras de los partidos, que conjugue calidad con eficiencia en la ejecución de las tareas, capaz de construir un nuevo relato, generar confianza colectiva, son elementos imprescindibles en estas circunstancias de debilitamiento mortal del régimen. Con disposición a trabajar y poner sobre la mesa todas las opciones y aprender a usarlas.

Nuestra mayor fortaleza hoy es haber deslegitimado a Maduro ante propios y extraños. Su régimen sufre de ilegitimidad de origen y de ejercicio mientras que nosotros adolecemos de una estructura cívica articulada como fuerza social capaz de propinar el empujón final.

Para lograr este cometido debemos reconciliar los partidos con la sociedad civil y construir ese espacio de encuentro y acción en una relación de iguales y no de caudillos padrotes arengando a sus cortesanos.

Expuesto lo anterior y sin dejar cabos sueltos, abrimos ideas para este objetivo, a sabiendas de que puede haber otras y mejores.
1) Los partidos tienen que aportar su maquinaria electoral ubicada en los 14 mil centros electorales a nivel nacional, al servicio de las luchas ciudadanas, despojados de protagonismos partidistas para exponenciar resultados y generar confianza entre la gente.
2) Está maquinaria electoral debe constituirse en un núcleo de acción para reforzar la fuerza social en las luchas vinculadas a las necesidades más apremiantes del sector, sean por agua, gas, gasolina, electricidad o comida.
3) Sorprender y reportar la acción: “Cada barrio un foco hasta volverlos locos.”
4) Desarrollar técnicas de no violencia que los desarticule, los agote.
5) Todas las protestas deben ser visibilizadas.
6) Identificar a los cortesanos del régimen, que operan el Clap, las UBCH y las comunas, hasta ganártelos o neutralizarlos. 7) Sumar en esta estructura social a los estudiantes, trabajadores, vecinos, productores, gremios e iglesias.
8) Constituir una red de ciudadanos conforme a esa tarea: tanta organización social como sea posible, tanto partido como sea necesario.
9) Neutralizar los mecanismos de control social que estén al servicio del régimen, señalándolos y denunciando sus modus operandi, hasta derrotarlos políticamente.
10) Este es el aporte más gigantesco que puede dar la dirección política a la construcción de la fuerza social capaz de derrocar a la organización criminal que usurpa el poder.

Américo De Grazia
Italia 12 de Octubre del 2020