Carlos Ochoa: El Califato de la corrupción

Carlos Ochoa: El Califato de la corrupción

Maduro está acorralado y presiente que sus días en el poder están contados, por eso como último acto desesperado, saca de la chistera de la inservible ANC la llamada “Ley Antibloqueo” que ha sido calificada como un adefesio jurídico inconstitucional y que en mi opinión cuenta con muy pocas probabilidades de convertirlo en un monarca absolutista del siglo XV, o un jeque con súper poderes como los del  Califato, que intentó sin éxito implantar Isis y otras organizaciones terroristas en el Medio Oriente apoyadas por Irán.

La intención con la ley es contar con aliados internos y externos  dispuestos a terminar de saquear al país para dejarle como legado al gobierno de transición un país ingobernable, en donde rusos, chinos, turcos, iraníes, cubanos y algunos venezolanos dispuestos a lucrarse sin importar como, se apoderen a través de ese esperpento de ley, de empresas y recursos de los venezolanos que fueron expropiados por Chávez a sus dueños para nada, porque lo que hicieron fue saquear sin reparos ni justicia, hatos, fincas, empresas que generaban renta y eran fuente de empleo para millares de venezolanos.

Los últimos días de Maduro como Presidente ilegitimo no son revolucionarios ni nada que se le parezca, son propios de una anti revolución socialista con un sesgo ultra liberal, son días de decepción total para los pocos que aún persisten tozudamente en apoyarlo, culpando a las sanciones y al imperialismo del desastre en todas las áreas, no hay un solo logro destacado que este gobierno pueda mostrar al mundo para convencerlo de que dejan un país con índices de crecimiento, prosperidad, desarrollo, progreso, nada, absolutamente nada que mostrar. 





Pero eso es lo que menos le preocupa a la dictadura cubana que es la que dirige la orquesta, para ellos lo importante es adaptar el Califato de la corrupción a los cambios políticos que se avecinan. En el caso de Venezuela los planes son apropiarse bizarramente de los argumentos que han expuesto desde la oposición destacados economistas y dirigentes políticos referentes a la necesidad  como plan de emergencia para sacar a Venezuela de la mega crisis,  de privatizar previa consulta  y aprobación de una Asamblea y una Contraloría legitimas algunos activos estatizados, para abrir la economía y empezar a reconstruir lo que la revolución bonita  destruyó con pito, pistolas al cinto y total impunidad.

 De lo que se trata con esta ley antibloqueo, es de aparentar que se revierten las nacionalizaciones con los socios que ellos escojan en secreto porque la ley lo contempla, para mantener al Califato de la corrupción que se está conformando con Irán, Cuba, Turquía, cuyo propósito es destruir junto con China a los Estados Unidos y comenzar a construir un “nuevo orden mundial” que gire alrededor de ellos. Esa es la guerra que se está librando y para la cual las definiciones de izquierda y derecha que han sido utilizadas hasta ahora  son obsoletas, si tomamos como ejemplo el proyecto actual de Maduro que se enmarca en el capitalismo de estado salvaje, en donde los limites, la moral, la ética, se desvanecen o se ajustan a sus pretensiones de mantenerse en el poder cueste lo que le  cueste a los venezolanos.