Manuel Barreto Hernaiz: La responsabilidad y la esperanza

Manuel Barreto Hernaiz: La responsabilidad y la esperanza

Esperanza no es lo mismo que optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte”.
Vaclav Havel

Ya la suerte está echada. No pocos conciudadanos piensan que no hay nada que hacer; que la perversa entelequia, la ruindad hecha gobierno, la dictadura usurpadora se salió con la suya, que irán Maduro y sus secuaces a robarnos el futuro y con él la esperanza, el bienestar y la libertad por muchos años más…

Así las cosas, tal como el régimen está aceitando esa maquinaria de la ruindad resumida para la ocasión – además de todas esas trapisondas que caracterizan su desempeño electoral – en esa falsa adelantada navidad, con esos groseros bonos “cualquier cosa”, que como pago momentáneo cede ante el hambre, le permitirá hacerse de unos votos que no son la expresión del deseo o la voluntad, sino la abdicación de conciencia ante la miserable fatiga.





De nuestra parte, realizada ya la necesaria catarsis contra Guaidó y la Asamblea Nacional, contra el Frente Amplio, contra los, contra los Partidos Políticos y hasta contra nuestros espejos, que tan solo reflejaban la angustia confundida con frustración y arrechera, pongamos de nuevo un tizón en nuestro corazón y un bloque de hielo en nuestras cabezas para avanzar, para pasar la página, cerrando esos capítulos que tan solo reseñan debilidades y escisiones. Hace tan solo un mes advertía la Conferencia Episcopal Venezolana que no bastaba con abstenernos ante ese fraude que ineludiblemente se està gestando. Luego, he aquí una lógica respuesta: LA CONSULTA.
Recientemente la OEA, por votación mayoritaria, advierte a Venezuela y al mundo que no reconocerá ese burdo proceso electoral. De la misma manera lo plantean los países europeos. Luego, es nuestro responsable y cívico hacerle llegar a nuestros aliados- quienes a su vez lo llevarán a la ONU- el resultado de esta importante CONSULTA.
Hay que reconocerlo: el margen de maniobra es muy estrecho, pues el tiempo apremia y ” los rusos también juegan” … y juegan con descomunal rudeza.

Lo inmediato es tender la mano a esos ciudadanos indignados y descontentos por el caótico estado de todos los servicios públicos. Llamèmosle, busquémosle para que nos acompañen tanto en esta indispensable CONSULTA como en el rescate, la reconstrucción de este, nuestro país de todos, donde todos cabemos y todos somos necesarios para sacarlo de este profundo precipicio.

Lo necesario es concentrarse en las tareas pendientes, es el momento propicio de agradecer a esos países amigos que han elevado con firmeza su voz en defensa de nuestra carajeada democracia, agradecerles por abrir sus fronteras solidariamente a muchos compatriotas que se suman a la lamentable diáspora y responderles ese solidario gesto con millones mensajes reflejados en esas dos preguntas que encierran el clamor de toda una Nación que tan solo anhela y merece un país libre de tanto oscurantismo, corrupción, atraso y maldad.

Ya se presenta como impostergable el momento de no ocultar los hechos de hoy con esperanzas de ayer; y evitar que la insatisfacción general por la carencia de logros inmediatos avive aún más la confrontación en el seno del sector democrático, en la búsqueda de culpables.

Nunca como en estos momentos, el conjunto de cualidades que condicionan la conducta de quienes tendrán la noble tarea de sacar a la Nación de este espantoso marasmo, ha ocupado tanto la atención y preocupación de los venezolanos. La responsabilidad es de todos… Y la esperanza también.