¿Qué tan cerca está Colombia de vivir los rebrotes de Europa?

¿Qué tan cerca está Colombia de vivir los rebrotes de Europa?

El covid-19 ha dejado cerca de 17.000 muertes confirmadas en Colombia en poco más de cinco meses, según el Minsalud. Foto: Juan Pablo Rueda Bustamante / El Tiempo

 

Pasó lo que muchos temían: el coronavirus está vivito y coleando. Desde finales de abril, cuando Europa pudo controlar la pandemia, los expertos veían con nervios el espectro de una segunda ola de contagios. Todo indica que sus peores temores ya se hacen realidad. En los últimos días, varios países en Europa, comenzando por España, Francia, Alemania e Italia, han visto cómo se disparan los números de nuevos contagios y de muertes, y los sistemas de salud vuelven a desbordarse.

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En Italia, el miércoles registraron 24.991 contagios en 24 horas. Francia reportó el martes 523 muertes en un solo día, una cifra que no veía desde abril. En Holanda, han tenido que enviar en helicóptero algunos enfermos hacia Alemania porque no tienen capacidad para atenderlos. Y Alemania registró esta semana un día con más de 11.000 contagios. Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, también hubo un récord de infectados este viernes cuando la cifra llegó a 97.000 en 24 horas.

Nadie anticipaba la rapidez con que se extendería la ola, que llevó a los Gobiernos de Francia, Alemania y Reino Unido a divulgar nuevas medidas de confinamiento que consideraban superadas. Esto provocó el desplome de algunas bolsas de valores del mundo. El índice Stoxx 50, de las empresas más grandes de once países de la eurozona, cayó 5 por ciento el miércoles. En Londres, el FTSE se redujo en 2,8 por ciento, y el golpe se sintió incluso en Wall Street, donde la caída alcanzó 3,5 por ciento.

El presidente francés, Emmanuel Macron, enfrentó la nueva realidad con franqueza. Advirtió que esta segunda ola podría resultar “más dura y asesina que la primera”. Sin embargo, aseguró que la economía no debe detenerse ni puede colapsar. Por eso, aclaró que, aunque cerrarán en noviembre restaurantes, bares y sitios de entretenimiento, seguirán abiertas las fábricas, escuelas, comercios minoristas e incluso las peluquerías  En Alemania, la canciller, Angela Merkel, hizo planteamientos parecidos. Notificó que habrá cierres preventivos ante el aumento de contagios, mientras reconocía que pueden ser muy duros y costosos para la economía.

Otros países de la Unión Europea también comienzan a evaluar decisiones y a contemplar la posibilidad de adoptar un sistema más coordinado para enfrentar esta nueva etapa. La cooperación internacional se vuelve indispensable, pues con la llegada del invierno las medidas de confinamiento podrían afectar mucho más la economía mundial. Y todo indica que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunciará la próxima semana cuarentenas en noviembre para “salvar la Navidad”.

El espectro de lo que pasa en Europa y el aumento de los contagios en el país tiene con los pelos de punta a los empresarios colombianos. Cuando apenas sentían los efectos de una incipiente recuperación, ahora ven en la llegada de una segunda ola la amenaza de medidas de confinamiento que darían al traste con los pocos avances alcanzados después del colapso. El Gobierno nacional y algunos alcaldes han descartado volver a las duras cuarentenas de abril y mayo, pero no todo el mundo les cree. Eso, al fin y al cabo, no depende de su voluntad, sino de la evolución del virus.

Lo mismo, pero distinto

Se trata de la misma pandemia, pero de circunstancias diferentes. Esta vez habrá más personas contagiadas que en la primera ola por el efecto multiplicador, ya que hay una base mayor de infectados. Preocupa, además, que la cantidad de contagiados vuelva a sobrepasar la capacidad de las unidades de cuidados intensivos, como sucedió a mediados de este año. Y hay un elemento adicional: la gente está exhausta.

Sin embargo, existen algunas ventajas. Por un lado, la ciencia conoce mejor al virus y los médicos han aprendido a tratarlo, lo cual se traduce en menores índices de mortalidad. Por el otro, aunque ha mutado, no se ha vuelto más ni menos virulento. Asimismo, la gente más vulnerable adopta mayores precauciones, lo que ha significado menor mortalidad. Y ayudó que en los últimos meses los hospitales no se sobrecargaron de casos, lo que les permitió tratar con más eficiencia a los enfermos. Pero el nivel de fatiga podría ir en contra de las medidas para controlar los contagios.

Ya la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la gente está menos dispuesta a seguir las reglas porque ya llevan casi un año con tapabocas, restricciones de movilidad y sin ver a sus familiares. Eso podría desencadenar brotes de desobediencia y más contagios.

La pandemia, no obstante, no tiene los mismos efectos en todos los países. En Colombia, tras siete meses de la crisis sanitaria, los expertos creen que la situación no es comparable con Europa, aunque algunas lecciones del Viejo Continente pueden servir mucho.

Martha Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud, le dijo a SEMANA que “el comportamiento de la pandemia y las estrategias para abordarla han sido muy distintas”. En Europa hubo un pico muy ascendente y acelerado, al que le siguieron estrictas medidas de confinamiento. “Lograron pasar de 2,5 a 0,3 en el número de contagios por persona. Por eso, ahora que esa cifra comenzó súbitamente a aumentar, sí puede hablarse de una segunda ola”, explica Carlos Álvarez, coordinador nacional de estudios sobre covid-19 para la OMS.

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