Vuelve la pesadilla de marzo: Europa se blinda con confinamientos en casa, toques de queda y cierres de bares

Vuelve la pesadilla de marzo: Europa se blinda con confinamientos en casa, toques de queda y cierres de bares

Varias personas caminan con mascarilla por los alrededores del Arco del Triunfo de París.IAN LANGSDON/ EFE/ EPA

 

 

El coronavirus sigue expandiéndose por Europa, como ya sucedió la pasada primavera. Entonces, los gobiernos del Viejo Continente pusieron en marcha restricciones muy severas para tratar de frenar el avance de la enfermedad. Aquella situación inusual parecía que no iba a volver a repetirse, sin embargo, tan solo unos meses después, el guion de los meses de marzo y abril se está escribiendo con los mismo sacrificios.





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La segunda ola ha llegado antes de lo que preveían los expertos y está causando estragos en gran parte de Europa. En este contexto, la Unión Europea pidió esta semana a sus ciudadanos disciplina social. La población, aseveraron desde Bruselas, debe desempeñar “un papel activo” en la lucha contra la pandemia, porque cuando se respetan las medidas de prevención el riesgo de contagio se reduce considerablemente.

España, con cierres perimetrales en la mayoría de comunidades y toque de queda en todo el país, contempla la posibilidad de un nuevo confinamiento nacional en sintonía con lo que está sucediendo en países de su alrededor. El panorama actual que se dibuja en Europa es de confinamientos, cierres patronales y restricciones generalizadas a las relaciones sociales, entre otras medidas, siendo diferente la intensidad dependiendo del país. Estas son las principales restricciones contra el virus que se están tomando actualmente, con las que los mandatarios confían en frenar la pandemia las próximas semanas.

Reino Unido

El primer ministro británico, Boris Johnson, es, de momento, ha sido uno de los últimos mandatarios en anunciar la vuelta al confinamiento. Lo ha hecho este sábado, en una comparecencia pública dirigida a la nación. Johnson ha comunicado el confinamiento nacional severo de Inglaterra durante un mes: desde el próximo jueves hasta el 2 de diciembre.

Esta medida, que pone fin a la estrategia de restricciones locales por la que había apostado el Gobierno conservador británico, supondrá “quedarse en casa” y salir para lo más esencial, el cierre obligado de los comercios y negocios no esenciales, así como de toda la hostelería. No se ve afectada la actividad docente: escuelas y universidades seguirán abiertas.

“No podemos permitir que este virus dañe el futuro de nuestros hijos incluso más de lo que ya lo ha hecho”, ha justificado Johnson.

Portugal

Con una diferencia de minutos con respecto a Johnson, el primer ministro portugués António Costa anunciaba el confinamiento del 70% de la población de Portugal. La medida, que se aplicará por regla general a los municipios con una incidencia superior a los 240 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, establece que solo se debe salir de casa para actividades imprescindibles como trabajar, ir al colegio o comprar.

Actualmente hay 121 localidades portuguesas, entre ellas Lisboa y Oporto, que se encuentran en disposición de ser confinadas desde el próximo 4 de noviembre. “Si no tenemos que hacer nada indispensable, debemos quedarnos en casa. Podemos ir a trabajar, a la escuela, a comprar, salir a hacer ejercicio físico, asistir a personas que lo necesiten… Pero la regla es que debemos quedarnos en casa”, dijo Costa.

Austria

Austria también ha anunciado un nuevo confinamiento con toque de queda este sábado e igualmente es más moderado que el de la pasada primavera. A partir del martes 3 de noviembre, y durante al menos un mes, se impone un toque de queda a partir de las 20.00 horas para impedir los encuentros y fiestas privados nocturnos, pero se permite salir de casa de forma individual para pasear, hacer deporte y trabajar. También se ha decretado el cierre de hoteles y locales de gastronomía, ocio y culturales, entre otras medidas. La esperanza es que este paquete de restricciones “surta el efecto deseado de lograr un descenso masivo de las cifras de contagio, para poder aliviarlas paulatinamente en diciembre”, destacó el canciller federal, Sebastian Kurz.

La esperanza es que este paquete de restricciones “surta el efecto deseado de lograr un descenso masivo de las cifras de contagio, para poder aliviarlas paulatinamente en diciembre”, destacó el canciller federal, Sebastian Kurz.

Irlanda

En el lado opuesto, Irlanda, que fue el primer país europeo en decretar la máxima alerta del plan contra la pandemia, hace ahora algo más de una semana. El Gobierno instó a la población a quedarse en casa y cerró bares, restaurantes y comercios no esenciales, aunque mantiene abiertas las escuelas y guarderías.

Este confinamiento, menos estricto que el impuesto durante la primera ola, se mantendrá durante al menos cinco semanas más. El plan del Ejecutivo irlandés es ir levantando las restricciones progresivamente a principios de diciembre para dar un respiro a la economía durante la campaña de Navidad.

Francia

El país vecino comenzó un confinamiento, de al menos un mes de duración, el pasado viernes. Se trata de una medida severa, pero más relajada que la adoptada la pasada primavera. Los ciudadanos podrán salir una hora al día, a un máximo de un kilómetro de sus domicilios, para pasear o hacer deporte y se mantienen abiertas guarderías y educación primaria y secundaria. Bodas y entierros podrán celebrarse, aunque con asistencia muy reducida.

Francia ha aplicado este escenario cuando se acerca a las 40.000 muertes por Covid-19 y los contagios superan ampliamente el millón.

Bélgica

El Gobierno belga anunció este viernes el cierre de todos sus comercios “no esenciales”, incluidos los negocios de profesiones de contacto no médicas como las peluquerías y los centros de belleza, hasta mediados de diciembre. Seguirán abiertos los supermercados y los negocios de comida a domicilio y se dictó la obligatoriedad del teletrabajo siempre que sea posible, así como la prolongación de las vacaciones escolares de otoño, previstas para la próxima semana.

No se prohíbe la movilidad en las puertas de un puente festivo en el país, aunque se desaconsejan fuertemente los viajes no imprescindibles. En cuanto a los contactos cercanos, solo se podrá invitar a una persona a la vez en casa. En el exterior se podrá ver a hasta cuatro personas a la vez pero sin quitarse la mascarilla. Los belgas podrán pasear y hacer ejercicio.

Bélgica trata así de revertir los nefastos datos de contagio que sufre el país.

Alemania

El país germano ha anotado este sábado, por cuarto día consecutivo, un número récord de infectados en 24 horas con 19.059 casos nuevos y 103 muertos. El Gobierno federal espera que en las próximas semanas se invierta la tendencia, ya que la llegada del mes de noviembre supondrá en Alemania el cierre de todos los restaurantes durante al menos 30 días e importantes restricciones de aforo en comercios y otros establecimientos.

Los 16 estados que conforman Alemania acordaron esta semana que las tiendas permanezcan abiertas, aunque en ningún momento podrá haber en su interior más de un cliente por cada 10 metros cuadrados.

Las escuelas y guarderías también continúan funcionando con nuevos protocolos de limpieza y está previsto limitar las reuniones al aire libre a no más de los miembros de dos hogares. Otra de las medidas afecta al turismo nacional: se prohíben las estancias en hoteles a menos que sea por razones “esenciales”.

Italia

Cada día que pasa, el confinamiento del país transalpino parece más cercano. El Gobierno de Giuseppe Conte siempre se ha mostrado contrario a volver al confinamiento total, pero ya está estudiando un nuevo paquete de restricciones.

Las últimas medidas se dictaron el pasado domingo. Entre otros aspectos, el último decreto cerró teatros, cines, salas de concierto, gimnasios y piscinas y limitó hasta las 18.00 locales (17.00 GMT) la apertura de bares y restaurantes.

Los medios italianos vaticinan que, de no cambiar la tendencia, en las próximas jornadas se podrían tomar medidas que vayan hacia un nuevo confinamiento de la población en determinadas regiones o localidades, a pesar de las reticencias del Ejecutivo.

“Tenemos que analizar si es necesario anticipar movimientos para evitar que la curva empeore”, señaló este sábado el ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio.

Eslovaquia

En Eslovaquia (5,45 millones de habitantes), el Gobierno trata de soslayar el cierre económico del país y el colapso de los hospitales haciendo test masivos a la población. Este sábado han comenzado las pruebas a todos los eslovacos mayores de 10 años. “Tenemos una gran oportunidad de demostrar a Europa y al mundo que hay otras formas de hacer las cosas sin cerrar la economía y sin dejar a millones de personas sin empleo”, afirmó el primer ministro eslovaco, Igor Matovic.

Los diferentes gobiernos confían en que todas las medidas que están implementando hagan efecto en las próximas semanas y se consiga doblegar, de nuevo, la curva de contagios. En el horizonte más cercano está salvar la campaña navideña, que insuflaría aire a la mermada economía, que aún sufre las consecuencias de la Covid-19.

En cualquier caso, si las infecciones no se frenan, los gobiernos europeos tienen margen para endurecer las medidas adoptadas y volver a una situación como la que se produjo la pasada primavera, aunque nadie desea volver a aquel nefasto escenario.