Mireya Segovia: Una merecida operación para la paz

Mireya Segovia: Una merecida operación para la paz

Muchas han sido las olas de emociones que Venezuela ha experimentado, a raíz de la búsqueda de su ansiada Libertad, cada vez que hace la reaparición algún líder político, o preso liberado, Venezuela se levanta de un cementerio de esperanzas enterradas.

No obstante, sucumbe nuevamente, con decepciones al escuchar la intervención de personas, que recitan una y otra vez las dificultades que padece nuestra amada Venezuela, pero el venezolano está convencido, y no lo engañan con palabras bonitas, y sabe, de que esas personas tuvieron en sus manos la posibilidad de hacer libre este país, no obstante, engañaron a cada venezolano y enterraron sus esperanzas, haciendo de ellas un cementerio. El venezolano, sabe, conoce y se siente insatisfecho por las acciones de quienes hoy cohabitan con el gobierno, de forma descarada, porque ha podido más la avaricia y el poder frente a la solicitud de cada venezolano, que reclama su libertad.

De manera que, las emociones públicas generadas por la política en Venezuela se parecen mucho a un mar con olas muy violentas, donde unas veces estás arriba y otras caes fuertemente, para luego volver a subir.





Lo cierto del caso es que, las aspiraciones libertarias de los venezolanos parecen estar en pleno esplendor. Seguimos apostando en que aquí, no hay más concierto, ni palabras de engaño, a los venezolanos. Basta de parodias y convencimientos fútiles, la propuesta de la OPE (Operación para la Paz y la Estabilización) es la gran oportunidad que los venezolanos merecemos y queremos, ella no es otra cosa que, la expansión de las capacidades y el alcance de una operación multinacional antinarcóticos actualmente desplegada en el Caribe, que además, traería consigo la actuación de varios gobiernos en una coalición internacional capaz de superar el poder y el control que ejerce el Narco régimen a través del esquema militar, y que en el escenario nacional, se transmitiría en el control del territorio, seguridad y desarme y asistencia humanitaria primaria.

Que más se espera para la aplicación sin retaliaciones de la propuesta hecha por María Corina Machado, si ya el informe presentado por el Consejo de DDHH provocó el repudio generalizado contra el Narco régimen. En el informe, se evidencia claramente el peligro que reviste para los venezolanos y la amenaza para las democracias del hemisferio. Es la primera vez que, a un gobernante en sus funciones inherentes, se le reconoce que ha sido un constante violador de los DDHH y es responsable de cometer crímenes de lesa humanidad.

Cabe señalar, que las indicaciones que se hacen, en el informe de los DDHH, evaluados y revisados una y mil veces, deben llevar a la comunidad internacional a actuar de forma mancomunada y coordinada, pero ya, para ejercer la presión oportuna, y llevar a los criminales del régimen ante la justicia y liberar al pueblo venezolano, que transmiten como voz única la necesidad apremiante de libertad.

Ya no se debe seguir manteniendo un discurso anacrónico, por quienes cohabitan con la narco dictadura con ambigüedades, tampoco es meritorio seguir confundiendo a los venezolanos, con acuerdos y diálogos, que solo sabemos son por convivencia y conveniencia de los actores que ayer tuvieron en sus manos, Libertar este país, pero que sus acciones, aun hoy, se traducen en un amañado amancebamiento con el narco régimen, es tiempo de restablecer la democracia, es tiempo de hacer justicia.

No más tregua, no más espacio, ni tiempo al régimen criminal, el tiempo se vuelve vulnerable para quienes padecen la tortura de una tiranía, que azota de forma vertiginosa y paulatina a los venezolanos, estamos muriendo, no más muerte en el país, no más hambre, no más deterioro del nivel de vida de los venezolanos, no más emigración, no más padecer. La propuesta de María Corina Machado de la Operación de Paz y Estabilidad para liberar a Venezuela, es el único camino para lograr recuperar la democracia y derrotar al despotismo criminal que oprime a los venezolanos.