La organización internacional Human Rights Watch (HRW) denunció este miércoles que las condiciones del campamento para inmigrantes del muelle de Arguineguín, en la isla española de Gran Canaria, “no respetan la dignidad de esas personas ni sus derechos básicos” ni “representan bien a España”.
En un informe publicado en su web, HRW reconoce los esfuerzos y “la buena intención” de quienes trabajan en ese lugar de primera acogida de inmigantes, pero subraya que las condiciones del muelle son “completamente inadecuadas” y hacen imposible guardar las precauciones básicas frente a la covid-19.
El archipiélago atlántico español de Canarias vive la crisis migratoria más grave de los últimos 14 años, pues la llegada irregular de personas por mar desde el continente africano se multiplica mes a mes, varios cientos son auxiliadas a diario y los servicios de rescate, seguridad, atención sociosanitaria y acogida se ven desbordados.
El archipiélago recibió durante los diez primeros meses de este año 11.409 inmigrantes, siete veces más que en el mismo período de 2019, según los últimos datos del Ministerio español del Interior. Pero el número real puede rondar ya los 16.000, debido a las llegadas masivas de los últimos días, sobre todo a Gran Canaria.
La semana pasada visitó esta isla atlántica la directora de esta organización de derechos humanos para Europa, Judith Sunderland.
Esta ONG no solo critica el hacinamiento e insalubridad que su representante observó en el muelle de Arguineguín cuando había la mitad de acogidos que en la actualidad, sino que advierte además sobre otras vulneraciones de derechos, que conciernen a la asistencia jurídica o la información sobre el derecho de asilo.
“Improvisar un campamento de recepción e identificación en un muelle nunca fue una buena idea y, en este momento, el caos que existe en él representa una amenaza real para los derechos de estas personas, su salud y su seguridad. Los tiempos son difíciles, pero España puede y debería ofrecer una respuesta humana a las personas que llegan a sus costas”, expresa Sunderland, que pide a las autoridades que busquen “rápidamente” una alternativa.
En el documento, recuerda que ese campamento fue montado originalmente para albergar a unas 400 personas mientras se les tomaba la filiación y se les hacían las pruebas de coronavirus.
Sin embargo, alojaba a 835 cuando ella lo visitó y llegó a tener en sus tiendas a más de 2.000 tras los rescates del pasado fin de semana, cuando se batieron los récords históricos de llegadas a Canarias en 48 horas.
Entre otras cuestiones, subraya que, según las leyes españolas, ese período de primera retención de los inmigrantes llegados de forma irregular a la costa no puede superar las 72 horas, pero en Arguineguín hay personas que han pasado allí hasta dos semanas.
EFE