Narcozuela y la Burbuja Roja, por José Romero

Narcozuela y la Burbuja Roja, por José Romero

Narcozuela emerge como producto de una relación de vieja data de Chávez con las FARC.

Inicialmente, la cúpula de  la FAN venezolana recibía mucho dinero, que permeaba hacia abajo del escalafón como la grasa del engranaje.

Ese engranaje consistía en una cadena de custodia de alijos de cocaína que entraban por la frontera y paso libre por toda la red de alcabalas, incluído el acceso a puertos y aeropuertos. Sin embargo, lo genial fue el giro que convirtió a los protectores en socios de la red. Mejor aún, se deshicieron de los traficantes colombianos para ellos tomar sus lugares pero quedaron muy bien porque lo hicieron parecer operativos de captura que terminó en la extradición de algunos de ellos. Así nació el Cartel de los Soles y Narcozuela.





Respecto a la Burbuja: Se dice que “la necesidad es la madre de la invención”, en este caso, “la necesidad” tiene dos caras:

La primera, debido a carencias de todo tipo a las que la inmensa mayoría de los venezolanos está sometida. Sería necesario sólo un artículo para tratar de abarcarlas. Sin embargo, podemos usar de ejemplos la falta de gas, para lo que no queda sino utilizar leña. La falta de gasolina obliga a usar vehículos de tracción humana o animal. Perros, gatos, ratas, aves silvestres, para sustituir las proteínas… Y así podríamos seguir.

La segunda cara, es la de los privilegiados, los enchufados y los funcionarios corruptos que nadan en dinero.

Sus necesidades no son las del común de la gente, no, ellos tienen gas, agua, comida, acceso a salud, es decir, todas las cosas elementales inherentes a satisfacer derechos fundamentales.

No, sus necesidades son las de satisfacer su vanidad, lo superfluo, sus egos, todo lo que surgió cuando se vieron dueños de fortunas que, debido a las sanciones, no pueden disfrutar fuera del país porque no pueden viajar, mover dinero sin dejar rastros o adquirir propiedades sin exponerse a que sean decomisadas. 

No es casualidad que repentinamente el régimen decidió abrir los puertos y eliminar barreras arancelarias o cualquier medida que impidiese importar lo que fuera. Porque inmediatamente comenzó a verse un desfile de Ferraris, BMW y demás vehículos de altísima gama circulando como si esto fuese el principado de Mónaco. Lanchas y yates de última generación visitando las paradisíacas islas venezolanas y del caribe, tripuladas por el jet set boliburgués, hasta lo que, tal vez, para los insignificantes mortales de eso que ellos llaman “pueblo”, sea lo más fácil de percibir para comparar el ancho de la brecha que les separa de los pata en el suelo: Los Bodegones.

Es ofensivo, diría que criminal, ver las exquisiteces que ofrecen: whisky con edades mayores a las de los adolescentes nuestros, “snacks” de las variedades y procedencias que se deseen, cortes de carne T-Bone o similares. Puede que un ejemplo palpable sea la Nutella, porque no la ofrecen en esos típicos envases pequeños de tal vez unos 500 gramos el más común, no señor, estamos hablando de envases de KILOS cuyo costo equivale aproximadamente a lo que una familia humilde necesitaría para sobrevivir 6 meses.

El régimen y sus cómplices crearon esta Burbuja Roja, porque ellos no se van a calar no poder demostrar sus lujos, su opulencia y sus extravagancias, tan solo porque no pueden salir fuera de Narcozuela. Es otra analogía con la Suráfrica del apartheid, cuando una inmensa minoría tenía el poder y las riquezas que restregaba en los rostros de más del 90% de una población paupérrima, desnutrida y sometida a la violencia que conlleva la pobreza extrema, donde enfermarse es casi una condena a muerte, así como lo es salir a la calle y recibir un balazo debido a las cotidianas batallas de los delincuentes, muchas veces policías activos, por controlar territorios y actividades criminales lucrativas.

Pareciera que, usando la estrategia que les ha resultado efectiva, preparan otro genocidio, otra masacre para terminar de inocular el terror entre la población: La exponen a una inflación brutal, eliminan puestos de trabajo o actividades que puedan realizar por cuenta propia para medio sobrevivir, paralelamente, cierran indefinidamente el SAIME (el ente encargado de emitir documentación de identidad) haciéndoles imposible emigrar legalmente. De hacerlo, deben salir a pie, literalmente, por alguna de las fronteras y seguir vía terrestre hasta donde humanamente sea posible, porque aún teniendo algunas posibilidades al rematar lo poco que les quedaba para reunir unos cientos de dólares, SIN PASAPORTES NO PERMITEN VIAJAR EN AVIÓN, además, sólo algunos países están permitiendo el ingreso con o sin pasaporte, pero eso está cambiando también.

Retomando el punto de la estrategia detrás de ésto, pienso que están induciendo un estallido, para responder con la violencia que no temen usar, de manera que exterminarán a los valientes pero inútiles actos de heroísmo suicida que significa enfrentar con piedras, palos y escudos de cartón, a unos esbirros con fusiles y pistolas que no dudarán, como no han dudado en el pasado reciente, en usar para asesinarlos. Siendo el efecto colateral, un terror bien fundado en los sobrevivientes que queden, enterrando en una fosa común su rabia, frustración y deseos de manifestarlas.

Es el nuevo reino de Narcozuela