Roger L. Simon: La trama contra Sidney Powell

La abogado de la campaña de Trump, Sidney Powell, habla con la prensa junto con el abogado de Trump y exalcalde de la ciudad de Nueva York Rudy Giuliani (izq.) y la asesora legal principal de la campaña de Trump, Jenna Ellis, en una conferencia de prensa en la sede del Comité Nacional Republicano en Washington el 19 de noviembre de 2020. (Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times)

 

Lee Smith escribió una explosiva narrativa sobre la farsa de la colusión rusa en el best-seller número uno “The Plot Against the President” (“La trama contra el presidente”) que se convirtió en un exitoso documental.

Alguien debería escribir ahora “La trama contra Sidney”, porque la abogada de Trump y del general Michael Flynn, Sidney Powell, está actualmente en el punto de mira y mucho más.





Los ataques vienen no solo, como era de esperar, de la izquierda, sino de gente que uno pensaría que serían sus aliados naturales.

Tucker Carlson, hasta hace poco literalmente el rey de las noticias por cable, criticó a la Sra. Powell por no responder y por no presentar reiteradamente las pruebas de sus afirmaciones sobre Dominion y los sistemas informáticos y software de Smartmatic en su programa de Fox.

En su correo electrónico diario, el respetado columnista conservador Byron York aseguró esto sobre la conferencia de prensa de Giuliani/Powell/Ellis el jueves:

Pero Powell no lo demostró. Ella ni siquiera alegó con ninguna especificidad lo que ella cree que realmente ocurrió en las elecciones. Powell dijo que el software venezolano tiene la ‘capacidad de voltear los votos’ y puede establecer y ejecutar un algoritmo que probablemente se llevó a cabo por todo el país para tomar un cierto porcentaje de los votos del presidente Trump y voltearlos para el presidente [sic] Biden, lo cual nunca hubiéramos descubierto si los votos para el presidente Trump no hubieran sido tan abrumadores en muchos de estos estados, que rompió el algoritmo que había sido conectado al sistema y eso fue lo que causó que tuvieran que detener a los estados en los que detuvieron [el proceso]”.

Powell ya respondió a Carlson el viernes por la mañana en el programa de Fox Business de María Bartiromo:

“Maria Bartiromo: “¿Cómo responde a Tucker Carlson? ¿Se enojó usted con el programa porque le enviaron un mensaje de texto y le pidieron que proporcionara evidencia de lo que está alegando?

“Sidney Powell: “No, no me enojé con el pedido de proveer evidencia, de hecho le envié una declaración jurada a Tucker que aún ni siquiera había adjuntado a un alegato para ayudarlo a entender la situación y le ofrecí otro testigo que podría explicar las matemáticas de la evidencia estadística mucho mejor que yo. Y no soy una persona de números. Pero él fue muy ofensivo, exigente, y grosero y le dije que no me contacte de nuevo en esos términos”.

Yo no voy a especular sobre qué está motivando a Tucker y a Byron. Ellos son amigos y tienen sus razones. Al parecer, a ellos no les preocupan cosas como los “algoritmos de votación ponderada” o sorprendente hecho de que Dominion ni siquiera informa los votos totales, solo los porcentajes.

Tampoco les señalaré con el dedo porque los representantes de Dominion no se presentaron como lo prometieron el viernes por la mañana a una audiencia de investigación ante un comité de la Cámara de Pensilvania. ¿Qué tenían que ocultar?

Bueno, tal vez tengan algo que ocultar.

El mayor problema no son las elecciones presidenciales de 2020, por muy gigantesca que sea, sino la integridad de los sistemas electorales en todo el mundo.

Es, en una palabra, la democracia.

¿La están subvirtiendo las computadoras? ¿Han hecho obsoleta la democracia?

Si esto es cierto, y ella es capaz de detenerlo, Sidney Powell podría merecer un monumento del tamaño del de Washington.

Sin embargo, Sidney está lejos de ser la primera en cuestionar sobre la confiabilidad de Dominion, Smartmatic y de la tecnología de votación. Sin embargo, por desgracia, para los que solo hablan inglés, gran parte de eso se hizo en español.

Debido a los roles cruciales de Venezuela y Cuba, con sus activas —y en el caso de Cuba particularmente exitosas— agencias de inteligencia, además de las dudosas elecciones de Chávez y Maduro, no es sorprendente que los primeros avisos de alarma, allá por el 2013, sobre el uso de estos sistemas para fines nefastos vinieran de España.

Durante una entrevista de dos partes con la exjueza venezolana Ana Mercedes Díaz (segunda parte aquí), ella detalla el fraude de Dominion/Smartmatic en la elección de Hugo Chávez.

Para que quede claro, la Sra. Mercedes Díaz fue una vez parte del Consejo Nacional Electoral de Venezuela y ahora vive en Florida. Estos exfuncionarios venezolanos han sido algunas de las principales fuentes de las acusaciones de Sidney Powell.

¿Son simplemente expatriados enfadados? Usted decida, pero un buen amigo boliviano me describió que vio a gente hambrienta dentro de Venezuela en una reciente visita de negocios, como imágenes parecidas a las que había observado del Holocausto.

Mucha gente mira hacia otro lado, como lo hacen con el contenido de las computadoras de Dominion.

¿Estoy seguro de que estas máquinas son corruptas o agentes de la corrupción? No. Pero es absolutamente necesario que lo averigüemos. Las máquinas deberían ser confiscadas, desmontadas y sometidas a un examen forense exhaustivo desde todos los ángulos, al igual que el software.

Este examen debería realizarse completamente a la vista del público.

En cuanto a Sidney Powell, nunca la he conocido y no puedo responder por su veracidad u honestidad personalmente —aunque este hombre sí puede. Y ese hombre, John Zmirak, nos recuerda que la Sra. Powell se ha hecho vulnerable a algunas fuerzas poderosas en el país y en el extranjero al investigar sobre este asunto. Ella debería cuidarse a sí misma y nosotros deberíamos cuidarla a ella.

Pero—correcto, equivocado o parcialmente correcto—sé que ella nos está haciendo un servicio público al llamar nuestra atención sobre algo de importancia titánica.


Roger L. Simon es un novelista premiado, guionista nominado al Oscar, cofundador de PJMedia, y ahora, editor general de The Epoch Times. Sus libros más recientes son “THE GOAT” y “I Know Best: How Moral Narcissism Is Destroying Our Republic, If It Hasn’t Already“. Encuéntrelo en Parler @rogerlsimon.

Este artículo se publicó en La Gran Época el 20 de noviembre de 2020