¿Funciona la castración química para agresores sexuales reincidentes?

El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, dio su visto bueno este martes a la ley de castración química para los violadores.

La decisión tuvo lugar durante una reunión del Gobierno federal en la que el ministro de Justicia presentó un anteproyecto de ordenanza al respecto.





 

¿De qué trata la “castración química”?

 

La castración química consiste en la administración de medicamentos antiandrogénicos que anulan las funciones de las hormonas masculinas y, por tanto, también la conducta sexual del hombre, reseña Muy Interesante.

No se trata, por tanto, de una forma de esterilización, ya que los efectos son reversibles y tampoco se producen alteraciones físicas como en la castración quirúrgica, que consiste en la eliminación de testículos u ovarios.

Muchos delincuentes persistían en sus agresiones sexuales luego del procedimiento, tras comprobarse durante el siglo XX en Europa que no era un tratamiento eficaz.

California se convirtió en el primer estado norteamericano en aprobar la castración química, en septiembre de 1966, como requisito obligatorio para que algunos pederastas pudieran tener acceso a la libertad condicional.

Actualmente, también se aplica a los violadores reincidentes, que reciben dosis periódicas de progestina.

El tratamiento consigue reducir los niveles de testosterona por lo que, en teoría, también se provoca una disminución de la libido y de las convulsas fantasías sexuales que tienen este tipo de delincuentes.

Otros países como Rusia y Polonia también obligan a los delincuentes sexuales que han cometido abusos a menores a someterse a la castración química.

Por otra parte, en recientes investigaciones sobre delincuentes sexuales castrados quirúrgicamente, se comprobó que muchos continuaban con sus prácticas y deseos sexuales.

Incluso algunos violadores eran más activos tras su castración.

Sin embargo, otros estudios sugieren que, si la castración química es acompañada por el tratamiento psicológico, se reduce notablemente la tasa de reincidencia. Algunos programas de castración química más terapia psicológica, juntas, prueban ser eficaces en pederastas intrafamiliares y en exhibicionistas, aunque no en violadores.

 

La castración química

 

Tratamiento de cáncer de próstata

 

Menos conocida es la aplicación de la castración química como tratamiento de tumores de próstata.

La misma se aplica en fases avanzadas para contribuir a frenar la enfermedad, y también como terapia complementaria temporal en tumores curables que también están siendo tratados con radioterapia.

La terapia hormonal se basa en que los andrógenos (hormonas masculinas) también estimulan el crecimiento de células cancerosas de la próstata. Por este motivo, al suprimir su actividad, si bien no se consigue curar el cáncer, al menos se puede conseguir reducir el tamaño del tumor o ralentizar su ritmo de crecimiento.