La hiperinflación mantienen a los venezolanos en una constante crisis económica. Los sueldos y las pensiones no alcanzan para nada y las situaciones cotidianas, como pagar un pasaje, se vuelven cuesta arriba.
Tras la reapertura del terminal de San Juan de los Morros, en el estado Guárico, el sistema de transporte colapsó debido a que no se llegó un acuerdo en el precio del pasaje.
La disyuntiva obligó a que algunas líneas de transporte se abstuviesen de prestar servicios, pues aseguraron que los montos establecidos no son los adecuados para costear el mantenimiento de las unidades y llevar alimento a los hogares.
Los transportistas explicaron que mientras el país continúa en crisis sin combustible, con respuestas dolarizados y carreteras en mal estado, es imposible ofrecer un servicio acorde al bolsillo del venezolano.
“Estamos desesperados. Desde las 6 de la mañana estoy yo aquí. Yo no sé lo que está pasando. Ni dicen una tarifa, ni dicen cuánto cuesta”, dijo Gladys González, pasajera.
Otros ciudadanos, dijeron que el costo debe concordar con las posibilidades de los pasajeros y el salario que la mayoría percibe. Reiteraron que además del servicio de transporte, deben cubrir necesidades básicas.
“Yo soy docente jubilado con 34 años de servicio y lo que gano son 2.400 bolívares. Esto es un sacrificio que hago, vendiendo y reuniendo para viajar a Valencia”, relato Jesús Salvatierra.
Asimismo, pasajeros denunciaron que algunas líneas de transporte exigen pago de pasaje en dólares.