Venezuela: Activos varados en fuentes energéticas fósiles Por Nelson Hernández

Venezuela: Activos varados en fuentes energéticas fósiles Por Nelson Hernández

El 89 % de los recursos de energías fósiles (carbón, petróleo y gas) con que cuenta actualmente Venezuela, no serian producidos (activos varados) en un escenario de descarbonización de la matriz energética mundial. A nivel de fuentes, no se produciría: El 77 % del carbón, 91 % del petróleo y 67 % de gas

Introducción

Durante años, el concepto de “activos varados” se mantuvo en lo hipotético y abstracto. No era un tópico que preocupaba a inversionistas y mucho menos a los gobiernos. Sin embargo, como ocurre con tantos temas relacionados con el clima, lo hipotético se esta convirtiendo rápidamente en hipercrítico. 





Es a partir del COP 21 (Acuerdo de Paris), con sus compromisos  de enfrentar el cambio climático, estableciendo una meta de un incremento en la temperatura global de la tierra menor a 1.5 °C para finales del presente siglo, donde la posibilidad de la presencia de activos varados (AV) comienza a perfilarse. Esta meta lleva implícito una transición energética donde los combustibles emisores de Gases de Efecto Invernadero (GEI) sean sustituidos por fuentes energéticas más amigables al ambiente, de allí la presencia de AV en la industria energética de los combustibles fósiles. 

Es de resaltar que  los AV en la industria energética de las fuentes fósiles, tienen un impacto de carácter transversal ya que además de afectar la producción de estos, afectan directamente otros sectores como son: electricidad, construcción de inmuebles y transporte, entre otros. Es decir, estos sectores tendrán también activos varados.

Por lo tanto, la idea de activos varados, como consecuencia del cambio climático que obliga a una economía baja en carbono, ha aumentado considerablemente en la agenda mundial en los últimos años. La estimación prospectiva de tales activos es relevante para inversionistas, empresas, legisladores y reguladores, ya que los ayudan en el diseño de políticas públicas, y en la toma de decisiones para realizar inversiones  en el marco de la transición energética en desarrollo.  

En tal sentido, el objetivo de este documento de trabajo es estimar, con sentido direccional, la magnitud del probable potencial de activos varados en la industria energética venezolana. Es de acotar que este potencial se hace mas critico en Venezuela, como consecuencia del deterioro que ha experimentado, en los últimos 20 años, la referida industria.

Definición Activos Varados

Para los reguladores de servicios públicos de Estados Unidos e Inglaterra, en la década de 1990, el término de activos varados fue muy importante cuando se liberaron los mercados de energía en esos países. 

Existen varias definiciones de activos varados en el contexto energético. Los reguladores utilizan el término “costos varados” o “inversión varada” para referirse a “la disminución del valor de los activos generadores de electricidad debido a la reestructuración de la industria” (Congressional Budget Office, 1998). 

Las definiciones más comúnmente utilizadas se indican a continuación:

– La Agencia Internacional de Energía (IEA): Son aquellas inversiones que ya se han realizado pero que, en algún momento antes del final de su vida económica (como se supuso en el punto de decisión de inversión), ya no pueden obtener un rendimiento económico como resultado de los cambios en el mercado y el entorno regulatorio provocados por la política climática.

– Iniciativa Carbon Tracker: Son el resultado de cambios en el mercado y el entorno regulatorio asociados con la transición a una economía baja en carbono. 

– Generation Foundation: Es un activo que pierde valor muy por delante de su vida útil anticipada, ya sea como resultado de cambios en la legislación, regulación, fuerzas del mercado, innovación disruptiva, normas sociales o impactos ambientales.

– Smith School of Enterprise and the Environment Oxford University: Son aquellos que han sufrido amortizaciones, devaluaciones o conversión en pasivos imprevistos o prematuros.

En resumen y desde una perspectiva de la Transición Energética, podemos definir que: los activos varados es el  valor en libros restante de los activos sustituidos antes del final de su vida útil técnica anticipada y sin recuperación de ningún valor restante para alcanzar los objetivos de descarbonización del 2050. Esta definición enfatiza que los activos quedan varados debido al requisito de reducir el uso de combustibles fósiles para lograr un sistema energético profundamente descarbonizado a mediados del presente siglo.

En línea con lo anterior, ya varias organizaciones y empresas que trabajan en el campo de la energía y el clima, han examinado lo que podrían significar los activos varados desde su propia perspectiva. Es así como empresas petroleras se convierten en empresas energéticas, se difieren o se cancelan inversiones para la exploración y explotación de carbón y petróleo, específicamente, se potencian las empresas de energías alternativas amigables al ambiente, se venden activos  de refinerías, se sustituye el motor a combustión interna, se elimina la generación eléctrica con alta emisión de GEI  y se innova en materiales de construcción para aumentar la eficiencia energética.

Origen de los Activos Varados 

Los activos varados no son solo el resultado del cambio climático, sino que involucran sectores distintos de los combustibles fósiles. Ya hemos visto que los activos varados se definen como activos que han sufrido daños imprevistos o amortizaciones, devaluaciones o conversión a pasivos prematuros.

Dentro de esos otros orígenes están:

– Desafíos ambientales (por ejemplo: cambio climático, degradación del capital de los recursos naturales)

– Panorama cambiante de recursos (por ejemplo: abundancia de gas de lutítico, escasez de agua, etc.) 

– Nuevas regulaciones gubernamentales (por ejemplo: fijación de precios del carbono, regulación de la contaminación del aire, eliminación vehículos a gasolina, etc.) 

– Caída de los costos de tecnología limpia (por ejemplo: energía solar fotovoltaica, eólica, vehículos eléctricos) 

– Evolución de las normas sociales (por ejemplo: campañas de desinversión de combustibles fósiles, campañas de aumento eficiencia energética, etc.) 

– Litigios (por ejemplo: responsabilidad por emisiones GEI, bonos de carbono, etc.) 

En lo concerniente, a los combustibles fósiles emisores de GEI se pueden indicar como ejemplos de activos varados, los siguientes:

– Recursos de  petróleo y gas actualmente en el suelo en espera de su producción, incluidas las reservas.

– Activos de exploración y desarrollo, como equipos de perforación, infraestructura de transporte (barcos, oleoductos, gasoductos, etc.) 

– Instalaciones de producción y procesamiento (refinerías, plantas de gas, etc.) 

– Infraestructura de distribución (oleoductos, cisternas, gasoductos, tanques de almacenamiento, etc.)

– Recursos de carbón con inmensos volúmenes de reservas que no serán producidas por el cierre de las minas.

– Infraestructura plantas de generación eléctrica con base carbón

Resultados Estudios Globales sobre Activos Varados

Posterior a la reunión del COP21, muchos organismos que realizan análisis prospectivos se dieron a la tarea de cuantificar activos varados en la industria del carbón, petróleo y gas.

Uno de esos estudios es el de IRENA, el cual fue  encargado por el gobierno alemán, cuando ocupo la presidencia del G20 en el 2017. La intención del estudio fue el de  informar al Grupo de Trabajo sobre Energía y Clima del G20, una estimación del impacto del Acuerdo de París.  (IEA & IRENA, 2017). 

Del estudio se desprende que:

La mayoría de los activos petroleros varados se producirían aguas arriba (Up stream), es decir, en la exploración y explotación del petróleo. Como el principal uso del petróleo es en el transporte, a medida que los vehículos eléctricos y de emisiones ultra bajas alcancen la madurez, la demanda de petróleo proyectada disminuirá, lo que reducirá los precios y, por lo tanto, también descenderá el valor de las reservas de petróleo. La IEA ha actualizado su estudio sobre el pico de la demanda de petróleo, y producto de la pandemia, este pico se ha movido a la izquierda, con presencia en el 2025. 

La gráfica a continuación recoge tal actualización. (VER: Prospectiva OPEP y Prospectiva IEA )

 

 

En lo atinente al gas, los AV se presentarían en los siguientes sectores: Inmuebles (domestico y comercial), Up stream, Generación eléctrica e Industria, con valores alto en ese orden.  Esos activos quedarían varados debido al reemplazo de los sistemas de calefacción de gas que se utilizan ampliamente, particularmente en las economías avanzadas del hemisferio norte, por sistemas alimentados por electricidad basados ??en energías renovables. En lo concerniente al up stream, su impacto será menor que el del petróleo, producto de su baja emisión de GEI, lo cual es direccionalmente correcto con los niveles requeridos de descarbonización.  

Los activos de carbón también estarían  varados en cada uno de los cuatro sectores: Up stream, Inmuebles, Industrial y Generación eléctrica, siendo el valor más alto en este último sector. La generación de electricidad a base de carbón es una fuente importante de emisiones directas de GEI (aproximadamente el 25% del total mundial), por lo que su  eliminación sería una forma rentable de lograr la descarbonización.

La gráfica a continuación, muestra el resumen global del análisis referente solamente  al up stream de los combustibles fósiles. El periodo analizado es 2017 – 2050, y el estudio tiene como premisa lo siguiente: ¿Que cantidad de reservas de energías fósiles no deben ser producidas para que la temperatura global de la tierra no supere un aumento mayor a 1.5 °C a finales del presente siglo?

 

 

De las reservas remanentes de carbón al 2019, no serían producidas el 76 %, es decir, se quedarían en los yacimientos 505 Giga toneladas de petróleo equivalente (GTPE)

Con respecto al petróleo, el 39 % de las reservas de 2019 no serían producidas,  equivalentes a 96 GTPE (700 GB). Este volumen es 16 % superior a las reservas reportadas por Venezuela y Arabia Saudita en el 2019, que fue de 601 GB.

En lo atinente al gas, el 39 % (60 GTPE) no serían producidas. Equivalentes a 2680 Tera pies cúbicos (TPC), volumen igual a todas las reservas actuales del Medio Oriente, o al 50 % de las reservas actuales de Rusia.

Venezuela Estimación Activos Varados de Hidrocarburos

Lógicamente y como es de esperar, Venezuela no escapa del escenario de AV en materia de las energías fósiles. Más aun cuando pregona tener las reservas más grandes de petróleo a nivel mundial.

El análisis aquí realizado tiene carácter direccional, y su objetivo es el de “levantar la bandera” a los hacedores de políticas públicas y planificadores sobre los AV de la industria de los hidrocarburos venezolana.  

En tal sentido, se tomaron las siguientes premisas:

– Lo volúmenes de reservas de petróleo y gas asociado son los indicados en la grafica a continuación. 303 giga barriles (GB) para el petróleo y 190 Tera pies cúbicos para el gas asociado (TPC), todos referenciados al año 2017.

– El volumen de producción de petróleo y su composición corresponden al año 2010, por ser este representativo para el análisis. Esta composición se mantuvo constante en el periodo de análisis (2021 – 2050)

– La producción de petróleo se inicia en el 2021 con 350 kBD, y se alcanza en el 2030 una producción de 3000 kBD, la cual se mantiene constante hasta el final del periodo (2050)

 

 

– La producción de gas, por ser asociado, guarda una relación directa con la producción de petróleo, a través de la Relación Gas Petróleo (RGP) promedio para las distintas segregaciones de crudo.

– El activo varado a determinar está referido solamente a el volumen de reservas de hidrocarburos que hipotéticamente no serán producidas al término del año 2050. Por lo tanto, no se incluye lo atinente a la infraestructura que quedará sin utilización, como serían: Refinerías, oleoductos, gasoductos, facilidades de producción, almacenamiento, tratamiento y  compresión de hidrocarburos,  unidades de transporte terrestre y acuático, terminales de embarque, etc.

– Para el 2019, Las reservas de carbón son de 731 millones de toneladas, equivalentes a 387 millones de toneladas de petróleo equivalente (MTPE). En cuanto a la producción, esta se situó para ese mismo año en 3 MTPE. A esa tasa de producción, al 2050 quedaran el 77 % de las reservas sin producirse.

El resultado del análisis se muestra en las gráficas a continuación.

La gráfica muestra la estimación de las reservas producidas y no producidas de petróleo al año 2050. Nótese que los mayores volúmenes no producidos son los asociados a los crudos pesados y extrapesados. En definitiva, el 91 % de las reservas de petróleo venezolanas no serian producidas, equivalentes a 276 GB

 

 

En lo que respecta al gas natural no asociado, no se producirían el 67 % de las  reservas, equivalentes a 128 TPC.

 

 

Desde el punto de vista total energético, solo serán producidas 11.6 % del total de 337 GBPE de las reservas de combustibles fósiles con que cuenta actualmente el país.

 

 

Corolario

La premisa para superar los efectos del cambio climático es una economía baja en emisiones de GEI, especialmente el CO2. Tal economía afectan marcadamente a los países altamente dependiente de la explotación de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), pero debido a la acción transversal de la energía, el resto de los países también se verán afectados.

Las reservas de combustibles fósiles deben considerarse “inquemables” si el mundo quiere afrontar con éxito los efectos del cambio climático. Esto conlleva a estimar que cantidad de activos quedarían varados, de tal manera de poder máximar su explotación en la ventana que se vislumbra de usos de estos, en la satisfacción de la demanda energética mundial.

Los hacedores de políticas públicas y planificadores deben considerar seriamente el concepto de activos varados en el área de las fuentes energéticas fósiles con el objeto de definir la dirección correcta de inversiones, es decir, que no sean pocas pero tampoco muchas en el periodo de la transición energética.

A nivel mundial, el estimado de las reservas varadas de combustibles fósiles son: carbón, 76 % (505 GTPE); petróleo, 39 % (96 GTPE) y gas, 39 % (60 GTPE). 

Estas cifras para el caso venezolano son: De las reservas remanentes para el 2019, las de carbón no serían producidas en un  77 %, las de petróleo en un 91 % y las de gas en 67 %. En resumen el 89 % de las reservas de energías fósiles no serían producidas