Más de mil 200 familias de Valencia pasan Navidad sin servicios básicos

Más de mil 200 familias de Valencia pasan Navidad sin servicios básicos

Pedido de gas doméstico en Parque Valencia se realizó hace cuatro meses y todavía no han efectuado el despacho. / Foto Francis Tineo

 

Al menos mil 200 familias del sur de Valencia pasarán Navidad con el martirio de las fallas en los servicios públicos fundamentales.

Por Francis Tineo / el-carabobeno.com





Para los habitantes de Parque Valencia y La Isabelica, la queja más insistente es la de las aguas servidas: a los primeros les afecta un bote proveniente del sector de los segundos, que desemboca en la canal de aguas pluviales que atraviesa el parque Rafael Urdaneta.

Además de los olores nauseabundos, a los vecinos les preocupan las afecciones en la salud que provoca el agua contaminada en medio de la pandemia. “El olor nos perturba el sueño y amanecemos con malestar de garganta. Esto nos perjudica a 360 familias de Parque Valencia y a más de 800 familias de La Isabelica”, indicó Eglé Romero.

Dunia Sanz, perteneciente al consejo comunal de su sector, ya no sabe de qué forma afrontar la situación. Hace años pidieron ayuda al Consejo Federal de Gobierno y sólo les otorgaron los recursos para solventar el problema en el sector 10 de La Isabelica. “Nos tienen atados de manos y pies porque no contamos con presupuesto y se deben romper varias calles, reparar varios tubos. Y no en un solo sector, porque en todos hay desbordamientos de cloacas”.

Diciembre sin gas

La última vez que a Marlene Díaz le llegó el gas doméstico fue el 5 de julio, y aunque en agosto ya se había pagado el siguiente encargo, el camión no llegó con las bombonas este diciembre.

A Díaz le afectó gravemente en su economía: para estas fechas ya estaba vendiendo dulces y platos navideños que le ayudaban a tener ingresos más sólidos que los de su sueldo de contador público. Ahora prepara sus comidas con lo poco que tiene en su despensa sobre un improvisado tope de cocina. “Sólo le funcionaba dos hornillas, pero no es tan rápido como una cocina convencional. De verdad que lo que vivimos es horrible, porque a veces se tiene la arepa pero no con qué rellenarla”.

Sanz aseguró que por parte de los consejos comunales de la parroquia Rafael Urdaneta de Valencia también se habían realizado las gestiones pertinentes ante la Gobernación de Carabobo para el suministro de gas, pero tampoco han recibido respuestas. “Lo dejamos en manos del gobernador porque él creó una empresa y dijo que sería la mejor, pero hemos terminado cocinando en leña como en los tiempos de antes, poniéndonos en una situación difícil a la mayoría de los habitantes de La Isabelica y Parque Valencia que somos de la tercera edad”.

Ignorados

Constantes cortes de electricidad, falta de agua corriente, irregularidades en el aseo urbano, intermitencia en la conexión a Internet y la creciente inseguridad son otros problemas que arrebatan la tranquilidad de los vecinos, quienes exhortaron a las autoridades municipales y regionales una pronta solución.

Marisol Colina, una mujer diabética de 54 años, siente que tres décadas adicionales se le vinieron encima desde que ha tenido que soportar con impotencia todas las precariedades. Además de cansancio, le invade la indignación de que las autoridades sigan ignorando a su comunidad luego de tanto suplicio. “Estas problemáticas las tienen casi todos los valencianos, pero como nosotros somos pacíficos y no andamos con pancartas ni quemando cauchos, entonces no nos toman en cuenta”.

Los vecinos tienen vagas esperanzas de que les solucionen todas las carencias antes de finalizar el año, pero exigen que al menos los incluyan en el presupuesto del año que se avecina. “Vienen unas elecciones y seguro que allí sí se acuerden de nosotros. Eso sí, que nos resuelvan antes de que se monten en el coroto”, pidió Colina.

Olga Bolivar, en cambio, no cree ni siquiera en promesas de campaña y demandó a las autoridades que realicen su trabajo. “Señor gobernador, señor alcalde, dejen el protocolo, las inauguraciones y la pérdida de tiempo. ¡Muévanse a trabajar!”, exhortó.