El lujoso regalo que Putin le obsequió a una antigua novia de Maradona

Putin y Maradona, durante el Mundial de Rusia 2018; Verónica Ojeda. Fotos: Cortesía.

 

A lo largo de su carrera como futbolista -y aun después de haber colgado los botines, aunque siempre se negara a definirse como un ex jugador- Diego Maradona fue recibido y agasajado por mandatarios y personalidades de todo el mundo, pese a las diferencias políticas que pudieran existir.

Por Infobae





Así fue como, por caso, en los 80 fue recibido por el papa Juan Pablo II en el Vaticano. Lo hizo acompañado por Claudia Villafañe, por entonces su pareja, además de su hija Dalma y su mamá, Doña Tota. El rosario que le obsequió el Sumo Pontífice escondería una polémica. “Este es especial”, le habría anunciado Juan Pablo II al entregárselo, aun cuando parecía similar a los que ya les había dado a Claudia, Dalma y Doña Tota. “Pero, ¿qué tiene de diferente?”, se extrañó El 10. “Es que este fue bendecido”. “Ah… ¡¿y los otros no?!”, fue la respuesta de Maradona, de acuerdo a lo que reveló años después al recordar aquel momento.

Años más tarde otra vivencia similar de Diego sale a la luz. Con diferentes protagonistas: Verónica Ojeda en lugar de Claudia Villafañe, y Vladímir Putin en vez del Papa. También el regalo ofrece características disímiles: se trata de un objeto profano, en las antípodas de aquel presente religioso.

La revelación corrió por cuenta del abogado Mario Baudry, actual pareja de Ojeda y defensor de los intereses de su hijo, Dieguito Fernando Maradona. Sucedió que el letrado concedía un móvil con el programa LAM para acercar novedades sobre la herencia del astro -quien murió el último 25 de noviembre- cuando la panelista Barby Franco quiso confirmar una información.

“Tengo entendido que el presidente Putin le regaló un árbol de oro y diamantes a Maradona. ¿Lo pudieron encontrar?”, consultó la pareja del abogado Fernando Burlando. “No, eso se lo regaló a Verónica”, aclaró Baudry. “¡¿Y dónde lo tiene?!”, quiso saber el conductor, Ángel de Brito. “Lo tiene guardado”, fue la respuesta. No hay mayores precisiones sobre cuándo fue entregado: “Hace muchos años”. No obstante, hizo un par de aclaraciones: “¿Si el árbol es de tamaño real? No, no. Es muy chiquito. Es un presente, algo muy chico”, advirtió el letrado, aclarando que es muy común que, por protocolo, la pareja de una persona agasajada por un mandatario reciba un obsequio.

Verónica Ojeda y Diego Maradona en Inglaterra, mirando un partido del Manchester City (Foto: Shutterstock)

 

“Diego ha demostrado ser uno de los nuestros”, declaró Putin durante el Mundial de Rusia 2018, al cual Maradona asistió como espectador. Ferviente admirador suyo, el presidente ruso le otorgó -de manera unilateral- la ciudadanía de su país. También lo recibió en el Palacio del Kremlin.

Diego y Verónica se conocieron en 2005 durante un casamiento en Villa Fiorito. Fue la primera pareja formal del ídolo desde que en 1998 se separó de la mamá de Dalma y Gianinna. Luego de acompañarlo en momentos muy delicados de su vida, y de estar a su lado en el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando era el DT de la Selección Argentina, Ojeda tuvo un hijo suyo: Dieguito Fernando nació en 2013. Meses después, y en el marco de una relación que supo de idas y vueltas, rompieron definitivamente, más allá de algún acercamiento no del todo claro a fines de 2018.

Este martes Verónica hizo sentir todo su enojo -tanto en distintos posteos en las redes sociales como así también en declaraciones del propio Baudry- sobre una carta documento que le fue enviada a Dieguito Fernando. Se trató de una notificación sobre las causas que El 10 había iniciado contra su ex esposa, Claudia Villafañe, sin ningún tipo de efecto ni validez legal. Y también la recibieron Dalma, Gianinna y Jana, no así Diego Junior, quien vive en Italia. Estaba firmaba por el abogado Yamil Castro Bianchi, socio de su colega Matías Morla, el último apoderado de Maradona.

La furia de Ojeda radicaba en que la orden que tenía el cartero que se la hizo llegar era que el nene, de solo siete años, la firmara. “Nunca van a lograr meterlo en el barro”, afirmó.